- Convocatorias ambiguas: Mensajes confusos que atraen a personas no objetivo, generando desorden. Es importante aclarar los detalles del espacio de participación desde la convocatoria, de esa manera llegan personas más dispuestas a trabajar y se logran resultados más rápidamente.
- Exclusión de grupos clave: Según el tema, es importante incluir poblaciones que tienen mucho que aportar pero que por falta de garantías usualmente no están en estos espacios de participación, como: poblaciones rurales, personas con discapacidad o comunidades étnicas.
- Participación meramente simbólica: Consultas sin poder real de decisión o sin impacto en políticas públicas. Se tiende a considerar como participación al espacio donde las personas se sientan a escuchar una fila interminable de invitados por el atril.
- Uso exclusivo de herramientas digitales en zonas rurales: Depender solo de plataformas en línea donde no hay acceso a internet es un error que aunque parece obvio, por el trajín de planificar un espacio suele pasarse por alto.
- Moderación deficiente: Permitir que unos pocos monopolicen la palabra o no sinteticen debates. Siempre asisten personas sumamente expertas en distintos temas que van a acaparar la atención, debemos tener en cuenta que tanto está experticia como el conocimiento ciudadano son importantes así que hay que equilibrar la balanza en los tiempos de intervención.
- Falta de retroalimentación: No informar a los participantes sobre los resultados de sus aportes. Las personas adoran participar, pero no sentirse utilizados así que hay que reducir al mínimo ese riesgo dándole importancia a la rendición de cuentas posterior a los espacios de implementación.
- Documentos técnicos inaccesibles: Usar lenguaje complejo sin adaptarlo a la ciudadanía. Si bien son efectivos para el trabajo post-espacio de participación, es importante traducir el lenguaje técnico para la ciudadanía.
- Falta de garantías para la participación: Organizar espacios muy demandantes de tiempo y energía, sin considerar la disponibilidad de las comunidades, sus transportes, alimentación, hospedaje si es necesario, etc.
- Sistematización burocrática: Cuando se trata de trabajar la información recolectada internamente en el equipo de trabajo, está bien limitarse a informes técnicos para tal fin. Ahora bien, si esta sistematización va a presentarse a la ciudadanía, ¡evitemos proyectar una tabla de excel! Hay que usar formatos creativos y accesibles.
- Falta de planes alternativos: No prever soluciones para fallas tecnológicas, baja asistencia o cambios de sede. No se puede controlar todo y casi siempre sucederán cosas en el camino que nos obligarán a cambiar los planes. Así que siempre hay que procurar tener un plan B por si llueve, por si hay retrasos en invitados o asistentes, o por si hay que incluso cambiar la fecha del espacio.
Mis agendas y mi campaña
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Construcción de tu propia agenda política
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Los momentos de la participación ciudadana
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Buenas y malas prácticas en la construcción de agendas con la ciudadanía
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Profundización de agendas políticas
En esta etapa, transformaremos sus agendas políticas en herramientas poderosas de representación, alineadas estratégicamente con los objetivos de sus campañas y con las necesidades reales de los distintos actores sociales.
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