Los Consejos de Juventud CMJ

¿Sabías que en Colombia existen espacios donde las y los jóvenes pueden incidir directamente en las decisiones que afectan sus vidas? Se llaman Consejos de Juventud, y fueron creados por la Ley Estatutaria 1622 de 2013 (modificada por la Ley 1885 de 2018) para que la juventud tenga una voz activa en la construcción de políticas públicas.

Estos Consejos son mucho más que una figura simbólica: son un puente entre la juventud y las instituciones del Estado, y juegan un papel clave en fortalecer la democracia participativa. A través de ellos, es posible proponer, dialogar y trabajar por los temas que realmente importan en los territorios.

Introducción

¿Sabías que en Colombia existen espacios donde las y los jóvenes pueden incidir directamente en las decisiones que afectan sus vidas? Se llaman Consejos de Juventud, y fueron creados por la Ley Estatutaria 1622 de 2013 (modificada por la Ley 1885 de 2018) para que la juventud tenga una voz activa en la construcción de políticas públicas.

Estos Consejos son mucho más que una figura simbólica: son un puente entre la juventud y las instituciones del Estado, y juegan un papel clave en fortalecer la democracia participativa. A través de ellos, es posible proponer, dialogar y trabajar por los temas que realmente importan en los territorios.

Sin embargo, aunque su potencial es enorme, aún enfrentan grandes retos. En las primeras elecciones nacionales de 2021, más del 85% de jóvenes no votaron. Este dato no solo muestra una baja participación, sino que también nos pone sobre la mesa un reto: ¿cómo lograr que más jóvenes conozcan, se interesen y participen en estos espacios?

Hoy, más que nunca, los Consejos de Juventud están en el centro del debate. No solo porque pueden ser una escuela para nuevos liderazgos, sino porque pueden convertirse en verdaderas plataformas para construir agendas colectivas, conectar con el Estado y hacer que las políticas juveniles respondan a las realidades de quienes las viven.

Exposición del tema

1. Evolución del marco institucional de juventud en Colombia

Para comprender la relevancia de los Consejos de Juventud, es clave hacer un recorrido histórico sobre el desarrollo normativo en materia de juventud en el país. Desde la promulgación de los primeros Lineamientos de Política de Juventud, se han generado marcos institucionales para su fortalecimiento. La Ley 375 de 1997, conocida como la Ley de la Juventud, sentó las bases iniciales para la participación juvenil, y posteriormente, la Ley 1622 de 2013 estableció el Sistema Nacional de Juventud, en el cual se incluyen los Consejos de Juventud como instancias de representación.

A nivel global, la participación juvenil ha sido promovida por organizaciones internacionales como la ONU y la OEA, que han impulsado políticas para la inclusión de las juventudes en la toma de decisiones. Pero al mismo tiempo, movimientos estudiantiles, festivales de la juventud y movimientos ideológicos, también han generado tendencias que han influenciado las reformas normativas, promoviendo una mayor institucionalización de la participación juvenil.

2. Funcionamiento de los Consejos de Juventud en el territorio

En el nivel territorial, los Consejos de Juventud operan con dinámicas diversas que dependen de factores como la voluntad política de las administraciones locales, la formación de los y las jóvenes consejeras, y el acceso a recursos. En muchos municipios, especialmente aquellos con amplias zonas rurales y dificultades de conectividad, la operatividad de los Consejos enfrenta retos significativos. Sin embargo, en algunos territorios, estos espacios han logrado consolidarse como actores clave en la planificación de políticas locales y en la interlocución con entidades gubernamentales.

Los Consejos de Juventud también cumplen una función importante en la planeación territorial. A través de su participación en la formulación de planes de desarrollo y en la incidencia en los presupuestos participativos, pueden contribuir a que las políticas públicas respondan a las necesidades reales de la juventud.

Propuesta metodológica

Para esta sesión, se plantea una metodología participativa que combine elementos expositivos y dinámicas interactivas. Se desarrollará en tres momentos clave:

  1. Recapitulación histórica y teórica: breve exposición sobre el marco normativo e institucional de los Consejos de Juventud en Colombia y su conexión con dinámicas globales.
  2. Análisis de la implementación territorial: reflexión sobre cómo operan los Consejos en diferentes municipios, con énfasis en las oportunidades y desafíos que enfrentan.
  3. Relación con otros actores: cómo los Consejos pueden conectar con organizaciones sociales, partidos políticos y redes internacionales para potenciar su impacto.

Casos de estudio  (opcional)

Se pueden incluir experiencias destacadas de Consejos de Juventud que han logrado incidir en la agenda pública local o regional. Por ejemplo:

  • Un Consejo de Juventud que logró incluir una propuesta juvenil en el Plan de Desarrollo Municipal.
  • Experiencias de articulación entre Consejos de Juventud y organizaciones de la sociedad civil para la ejecución de proyectos.
  • Ejemplos de participación en presupuestos participativos.

Recomendaciones / Tips

  • Fortalecer la formación de los consejeros y consejeras en normativa juvenil y planeación territorial para mejorar su incidencia.
  • Aprovechar las herramientas digitales para mejorar la comunicación y la movilización juvenil, especialmente en municipios con limitaciones geográficas.
  • Construir alianzas estratégicas con organizaciones juveniles, universidades y medios de comunicación para ampliar el impacto del Consejo de Juventud.
  • Fomentar la pedagogía sobre participación juvenil desde edades tempranas, promoviendo el conocimiento de estos espacios en colegios y comunidades.
  • Generar mecanismos de seguimiento y rendición de cuentas, asegurando que las acciones de los Consejos de Juventud sean visibles y evaluables por la ciudadanía.

Conclusiones

Los Consejos de Juventud se han convertido en una herramienta poderosa para que las juventudes participen activamente en la política y la gestión pública en Colombia. Son espacios donde se puede pasar de la queja a la propuesta, y donde las ideas de cambio encuentran un lugar para crecer.

Pero ojo: que estos consejos logren un verdadero impacto no depende solo de su existencia. También necesitan que quienes participan tengan acceso a formación, puedan conectarse con otras instancias y cuenten con un respaldo real por parte de las instituciones.

Aunque el alto nivel de abstencionismo en sus elecciones sigue siendo un reto importante, los Consejos de Juventud representan una gran oportunidad para fortalecer liderazgos y transformar las políticas públicas desde nuestra mirada, la mirada juvenil.

Consolidarlos y consolidarnos como actores clave en el desarrollo de los territorios no es solo necesario: es urgente si queremos una democracia más inclusiva, más representativa y más cercana a las nuevas generaciones.

Bibliografía

Andrés Felipe Pinzón Hernández:

Internacionalista de la Universidad del Rosario con énfasis en Ciudades y Territorios Sostenibles y Política Internacional y Diplomacia. Experiencia profesional centrada en la formulación, implementación y evaluación de proyectos para agencias de cooperación internacional.

Actualmente, es Global Co-Chair de Youth Collaboration en Catalyst 2030, una red global de organizaciones de la sociedad civil que impulsa soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible, y coordinador de proyectos en la Fundación Colombia 2050, donde lidera iniciativas enfocadas en la participación juvenil, planificación territorial y fortalecimiento del Sistema Nacional de Juventud en Colombia.

Introducción

En los últimos años, los Consejos de Juventud se han vuelto tema de conversación en muchos espacios políticos y sociales. ¿Pero por qué están de moda? ¿Qué los hace tan relevantes hoy? Más allá del nombre, los CMJ son una apuesta por darle voz real a las juventudes en las decisiones que impactan sus vidas y sus territorios, una apuesta que necesita ser fortalecida para que se convierta en realidad. Sin embargo, muchas veces no queda claro para qué sirven exactamente o qué pueden hacer quienes hacen parte de ellos. Aquí vamos a despejar esas dudas, entender el verdadero alcance de los CMJ y explorar cómo pueden ser una herramienta clave para transformar la política desde lo joven.

Existe una falta de claridad sobre las funciones específicas y el alcance real de las acciones de los Consejos, lo que genera expectativas erróneas entre quienes participan en ellos. Además, el desconocimiento sobre la normatividad aplicable dificulta su incidencia efectiva. Vamos a aclarar estos puntos, permitiendo una mejor comprensión del papel de los CMJ en la planeación y gestión pública.

Los Consejos de Juventud (CMJ) tienen la tarea de representar a las juventudes ante las instituciones públicas y otros actores sociales. Algunas de sus principales funciones son:

  • Servir como canal de comunicación entre las juventudes y el Estado en sus distintos niveles.
  • Proponer iniciativas y proyectos que respondan a las necesidades juveniles.
  • Participar en el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas de juventud.
  • Generar espacios de debate y construcción colectiva sobre temas de interés juvenil.
  • Ejercer veeduría sobre la ejecución de programas y presupuestos destinados a la juventud.

El cumplimiento de estas funciones depende de factores como la formación de los y las consejeras, la articulación con otros actores y el acceso a espacios de incidencia.

  1. ¿Qué no hace un Consejo de Juventud? Nivelación de expectativas

Para fortalecer la participación juvenil, es fundamental aclarar los límites de acción de los CMJ y evitar falsas expectativas. Un Consejo de Juventud:

  • No administra ni asigna recursos públicos.
  • No es un ente de gobierno ni tiene poder de decisión vinculante.
  • No reemplaza el trabajo de otras instancias juveniles, como plataformas y colectivos.
  • No representa intereses partidistas, aunque haya listas respaldadas por partidos políticos.
  • No impone políticas ni sanciones a entidades gubernamentales.

Aclarar estos puntos permite que los y las consejeras enfoquen sus esfuerzos en acciones realizables y en la generación de impacto real en sus territorios.

  1. Normatividad aplicable a los Consejos de Juventud

Los CMJ están regulados por un marco normativo que define su creación, estructura y funciones:

  • Ley 1622 de 2013 (modificada por la Ley 1885 de 2018): establece el Sistema Nacional de Juventud y las reglas para los CMJ.

El conocimiento de estas normas es esencial para que los y las consejeras ejerzan su labor de manera informada y exijan el cumplimiento de sus derechos.

Recomendaciones / Tips

  • Formarse en normatividad juvenil para mejorar la incidencia y evitar confusiones.
  • Enfocar las acciones en las competencias reales del CMJ y articularse con otras instancias juveniles.
  • Fortalecer la comunicación con entidades gubernamentales para garantizar espacios de incidencia.
  • Aprovechar las redes sociales y herramientas digitales para amplificar el impacto del Consejo.

Conclusiones

Los Consejos de Juventud son una herramienta clave para la participación juvenil, pero su efectividad depende de la comprensión clara de sus funciones y límites. Es crucial nivelar expectativas, fortalecer la formación en normatividad y desarrollar estrategias que permitan un impacto real en la política pública juvenil. De esta manera, se podrá consolidar su papel como actores de transformación en sus comunidades.

Además, reconocer que los CMJ no están solos en el ecosistema juvenil permite potenciar su alcance: la articulación con plataformas, colectivos, instituciones y redes digitales es fundamental para ampliar su capacidad de incidencia. Los y las consejeras no solo deben conocer sus funciones, sino también construir alianzas estratégicas, generar procesos colectivos y liderar con creatividad y compromiso. Fortalecer estos espacios no es solo tarea de quienes los integran, sino de toda la sociedad que cree en una juventud activa, crítica y transformadora.

Bibliografía 

Andrés Felipe Pinzón Hernández:

Internacionalista de la Universidad del Rosario con énfasis en Ciudades y Territorios Sostenibles y Política Internacional y Diplomacia. Experiencia profesional centrada en la formulación, implementación y evaluación de proyectos para agencias de cooperación internacional.

Actualmente, es Global Co-Chair de Youth Collaboration en Catalyst 2030, una red global de organizaciones de la sociedad civil que impulsa soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible, y coordinador de proyectos en la Fundación Colombia 2050, donde lidera iniciativas enfocadas en la participación juvenil, planificación territorial y fortalecimiento del Sistema Nacional de Juventud en Colombia.

Introducción

El ecosistema de juventud en Colombia es un componente esencial para el desarrollo integral de los jóvenes, quienes desempeñan un papel crucial en la construcción de una sociedad más equitativa y participativa. En un contexto donde los desafíos sociales y económicos son significativos, es fundamental crear espacios que permitan a los jóvenes expresar sus inquietudes y participar activamente en la toma de decisiones que afectan su futuro. Aquí vamos a ofrecer una visión clara y estructurada sobre las instancias que conforman este ecosistema, resaltando su importancia y funciones.

La justificación de este documento radica en la necesidad de visibilizar y fortalecer las estructuras que permiten la participación juvenil en el país. A través de la comprensión de las Comisiones de Concertación y Decisión, las Asambleas de Juventud y las Plataformas de Juventud, se busca fomentar un diálogo constructivo que impulse políticas públicas inclusivas y efectivas, garantizando que las voces de los jóvenes sean escuchadas y valoradas en el ámbito nacional.

Exposición del tema

1. Comisiones de Concertación y Decisión.

Las Comisiones de Concertación y Decisión están compuestas por tres delegados del Gobierno del ente territorial y tres delegados de los Consejos de Juventud, quienes representan al movimiento juvenil en cada territorio. Es importante señalar que ninguno de los delegados de los Consejos de Juventud puede desempeñar funciones remuneradas en la administración durante su periodo como delegado. Además, dos miembros de la plataforma de las juventudes actúan como veedores, con voz pero sin voto, elegidos mediante un procedimiento interno autónomo. 

Estas comisiones funcionan a nivel nacional, departamental y municipal, una por cada entidad territorial. Su objetivo es facilitar la planeación, concertación de agendas públicas y la generación de mecanismos de ejecución en cada territorio, asegurando que las inquietudes y propuestas de los jóvenes sean consideradas en las decisiones que les afectan.

2. Asambleas de Juventud

Las Asambleas de Juventud son el máximo espacio de consulta del movimiento juvenil en cada territorio, donde están representadas todas las formas de expresión juvenil, tanto asociadas como no asociadas. Estas asambleas tienen varias funciones, entre las que destaca ser un escenario de socialización, consulta y rendición de cuentas sobre las acciones realizadas por los Consejos de Juventud en relación con las agendas territoriales.

La composición de las Asambleas es amplia y diversa, esta es convocada por jóvenes, procesos organizativos y actores relacionados con las juventudes. Se llevan a cabo cada seis meses, y son convocadas por los Consejos de Juventud, garantizando así una participación activa y continua de los jóvenes en la toma de decisiones.

3. Plataformas de Juventud

Las Plataformas de Juventud son escenarios de encuentro, articulación y coordinación de las juventudes, con carácter autónomo. Cada ente territorial debe contar con una plataforma que agrupa diversos procesos y prácticas organizativas. Las plataformas Locales, Municipales y Distritales de Juventud se registran ante la personería, que se encarga de supervisar el cumplimiento de las acciones contempladas en las agendas de juventud.

A nivel departamental y nacional, las plataformas están conformadas por delegados de las plataformas municipales, garantizando una representación equitativa. Las funciones de estas plataformas incluyen impulsar procesos organizativos, participar en el diseño de agendas de juventud y ejercer veeduría sobre políticas públicas y programas dirigidos a la juventud. 

Propuesta metodológica

Se propone una metodología centrada en las Comisiones de Concertación y Decisión, las Asambleas de Juventud y en las Plataforma de Juventud

  1. Comisiones de Concertación y Decisión: exposición breve sobre la estructura y funcionamiento de las comisiones, destacando su papel en la toma de decisiones y la participación juvenil.
  2. Asambleas de Juventud: identificación del funcionamiento de las Asambleas de Juventud, identificando oportunidades para la socialización y rendición de cuentas de los Consejos de Juventud
  3. Plataformas de Juventud: indagación de cómo las Plataformas pueden articularse con otros actores sociales y políticos para fortalecer su impacto y promover la participación activa de los jóvenes.

Recomendaciones / Tips

  • Para las Comisiones de Concertación y Decisión: lograr que los jóvenes se informen de  sobre los procesos de toma de decisiones y que participen activamente, llevando propuestas concretas que reflejen las verdaderas necesidades de las juventudes
  • Para las Asambleas de Juventud: fomentar nuevas estrategias para lograr que todas las voces sean escuchadas y que se sientan apoyadas por parte de los Consejos de Juventud. 
  • Para las Plataformas de Juventud: fortalecer los conocimientos y las instancias para la veeduría y control, logrando así mayor impacto en los proyectos o políticas dirigidas a jóvenes. 

Conclusiones

El ecosistema de juventud en Colombia es fundamental para el desarrollo de políticas inclusivas y efectivas. Las Comisiones de Concertación y Decisión, las Asambleas de Juventud y las Plataformas de Juventud son herramientas esenciales para garantizar la participación activa de los jóvenes. Fomentar estos espacios no sólo empodera a los jóvenes, sino que también contribuye a construir una sociedad más justa y equitativa.

Para que este ecosistema funcione de manera efectiva, es necesario que la juventud lo conozca, lo habite y lo transforme desde adentro. Comprender el rol de cada instancia, aprovechar los mecanismos de participación existentes y tejer alianzas estratégicas entre procesos organizativos, Consejos y plataformas permitirá avanzar hacia más articulación, influencia y protagonismo en los cambios en los territorios. Solo así se logrará que estas estructuras no sean solo una formalidad institucional, sino verdaderos espacios de poder juvenil a nivel local y nacional.

Bibliografía

Andrés Felipe Pinzón Hernández:

Internacionalista de la Universidad del Rosario con énfasis en Ciudades y Territorios Sostenibles y Política Internacional y Diplomacia. Experiencia profesional centrada en la formulación, implementación y evaluación de proyectos para agencias de cooperación internacional.

Actualmente, es Global Co-Chair de Youth Collaboration en Catalyst 2030, una red global de organizaciones de la sociedad civil que impulsa soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible, y coordinador de proyectos en la Fundación Colombia 2050, donde lidera iniciativas enfocadas en la participación juvenil, planificación territorial y fortalecimiento del Sistema Nacional de Juventud en Colombia.

Introducción:

En el actual contexto social y político, es indispensable que las juventudes no sólo participen activamente en la construcción de su presente y futuro, sino que también cuenten con herramientas claras para incidir en la toma de decisiones que afectan sus vidas y territorios. Esta sesión busca fortalecer las capacidades de jóvenes entre los 14 y 28 años para identificar, comprender y utilizar los instrumentos de gestión pública disponibles a nivel internacional, nacional y territorial.

Reconocer estos instrumentos de gestión pública —como políticas públicas, planes de desarrollo, estrategias sectoriales y proyectos locales— permite a las juventudes integrar sus agendas y luchas con los marcos institucionales existentes, abriendo la puerta a la incidencia real, al control social y a la construcción de propuestas transformadoras desde una perspectiva joven.

A través de una metodología participativa y creativa, esta sesión facilitará un espacio de encuentro, formación y co-creación en el que se priorice la experiencia territorial, el análisis colectivo y la generación de compromisos para la acción. La formación en gestión pública, con enfoque juvenil, es una herramienta clave para la transformación democrática y la defensa de derechos, especialmente en contextos donde históricamente las voces jóvenes han sido marginadas.

¿Qué son los instrumentos de gestión pública?

Imagina esto: llegas a una reunión del Consejo de Juventud en tu territorio, tienes mil ideas, muchas ganas de transformar tu barrio, tu vereda, tu ciudad… pero te topas con un muro: “¿Y esto cómo se hace realidad?” Ahí es donde entran los instrumentos de gestión pública.

Aquí te traemos una especie deEsta sesión es como ese “manual secreto” que nadie te da cuando decides involucrarte en lo público. Porque la verdad es que hay muchas herramientas creadas para planear, ejecutar y evaluar acciones desde el Estado, pero si no las conocemos, nos quedamos con buenas intenciones y pocas transformaciones reales.

Pero… ¿Qué son los instrumentos de gestión pública?

Son las herramientas legales, políticas, administrativas y técnicas que usa el Estado para organizarse, tomar decisiones y llevar a cabo acciones que transformen la vida de las personas. Y sí: ¡también pueden usarse para las juventudes!

Estos instrumentos están presentes en diferentes niveles:

  • Internacional: como la Agenda 2030 y los ODS (sí, también hablan de juventud).
  • Nacional: como el CONPES de Juventud, el Estatuto de Ciudadanía Juvenil.
  • Departamental y municipal: como las políticas públicas de juventud, planes de desarrollo, programas y proyectos.

Y… ¿Para qué nos sirven?

Cuando tú conoces estos instrumentos, puedes hacer varias cosas poderosas:

  • Pedir con argumentos: No es lo mismo decir “necesitamos becas” a decir “en el plan de desarrollo dice que se priorizarán becas para jóvenes rurales, y eso no se está cumpliendo”.
  • Construir desde adentro: Si sabes cómo se hacen los planes y programas, puedes proponer que tus ideas se incluyan desde el principio.
  • Hacer control social: Puedes vigilar si lo que prometen sí se está haciendo, y levantar la voz con base legal y técnica.
  • Aliarte con otros sectores: Puedes articular tu agenda con lo que ya existe en salud, cultura, ambiente, empleo… ¡El trabajo en red se vuelve más estratégico!

Aunque… ¿Cómo se conecta esto con los Consejos de Juventud?

Los Consejos de Juventud no son solo espacios de opinión: son escenarios de poder juvenil. Pero ese poder solo se activa cuando lo conectas con las herramientas del sistema.

Conocer los instrumentos de gestión pública te permite:

  • Formular propuestas sólidas en los Consejos Locales o Municipales.
  • Interlocutar con alcaldías y gobernaciones de tú a tú.
  • Incidir en planes, programas y presupuestos.
  • Convertir tus agendas en acciones reales.

¡Qué esperas para ponerte en sintonía! Esta sesión no es solo para entender conceptos, es para preparar el terreno que vamos a habitar desde la política juvenil. Conocer los instrumentos de gestión pública es nuestro lenguaje común con el Estado. Y si queremos transformar la realidad, hay que saber hablar ese idioma… sin dejar de ser jóvenes, con nuestra energía, creatividad y no obediencia.

Así que hoy, más que una clase, tenemos una brújula para movernos con estrategia y conciencia. Porque ocupar la política no es solo estar en la silla, es saber para qué y cómo se usa.

Propuesta metodológica:

La propuesta metodológica presentada se basa en una dinámica participativa, colaborativa y creativa. Se estructura en cuatro momentos clave que combinan activación lúdica, reflexión colectiva, análisis crítico y construcción práctica. A través de herramientas digitales como Zoom, Jamboard y Mentimeter, se facilita el trabajo en equipos, el intercambio de saberes y la identificación de soluciones reales a partir de los instrumentos de gestión pública. El enfoque busca que las juventudes comprendan estos instrumentos desde su experiencia territorial, para fortalecer su capacidad de incidencia desde espacios como los Consejos de Juventud.

Recomendaciones / Tips:

  • Conéctalo con tu territorio: Antes de aplicar cualquier instrumento, pregúntate: ¿cómo se vive esta realidad en mi comunidad? Entender el contexto es clave para que tus propuestas tengan sentido y respuesta.
  • Consulta los documentos públicos locales: Revisa el Plan de Desarrollo Municipal, las políticas de juventud y otros documentos estratégicos. Allí encuentras oportunidades, recursos y compromisos que ya existen y puedes activar.
  • Habla el lenguaje de la gestión pública: Aprender términos como «plan de acción», «indicador», «meta», «vigencia», «articulación intersectorial», etc., te ayudará a argumentar con más peso frente a autoridades e instituciones.
  • No trabajes solo/a: La incidencia juvenil es más efectiva en red. Conecta con otras organizaciones, colectivos, sectores y liderazgos que estén trabajando en temas afines.
  • Haz seguimiento y exige rendición de cuentas: Una parte clave de tu rol como joven es vigilar que lo prometido se cumpla. Usa herramientas como derechos de petición, veedurías ciudadanas y sesiones de control político juvenil.

 

En el contexto de los Consejos de Juventud —así como en cualquier otra elección de várias curules — es importante entender que su función principal no es ejecutar directamente las decisiones ni resolver de manera inmediata los problemas de la ciudadanía. A diferencia de los cargos ejecutivos, donde una sola figura busca administrar el poder, en el congreso o en los Consejos de Juventud lo central es la representación. Es decir, se trata de elegir a personas que lleven la voz de diferentes sectores sociales a los espacios donde se toman decisiones políticas. 

Por eso, la clave para un jóven en el Consejo de Juventud es demostrar que puede ser un verdadero vocero de una comunidad o sector, ya sea el barrio, el colegio, la universidad o la ciudad. Las personas no votan solamente por quien promete soluciones, sino por quien siente que los entiende, comparte sus preocupaciones y puede abogar en su nombre. 

Esta idea, aunque pueda parecer abstracta, es profundamente práctica: en últimas, las personas quieren sentir que alguien como ellas estará presente en el escenario político defendiendo sus intereses.

Pero aterrizando a nuestro caso, hay dos aspectos a resaltar que deben ser el punto de partida al definir las agendas que tú quieres llevar al Consejo de Juventud:

  1. La naturaleza juvenil del Consejo ya delimita el público al que debes llegar: personas jóvenes como tú. Eso significa que tus propuestas, tu forma de comunicar y tu identidad política deben conectar directamente con los intereses, lenguajes y preocupaciones de las juventudes. No estás hablando a una población adulta, ni a un público genérico. Estás buscando representar a jóvenes, por lo que es clave que los temas que quieres llevar al CMJ tengan sentido para ellxs. Parece obvio, pero vale la pena subrayarlo: no basta con hablar de los problemas de tu comunidad; es necesario entender si esos problemas también resuenan con la juventud a la que esperas representar y movilizar.
  2. Muchas personas aún no conocen con claridad qué es ni para qué sirve un Consejo de Juventud. Por eso, debes asumir el reto de explicar por qué es importante que haya representación joven en tu territorio. Una candidatura al CMJ no solo debe mostrar propuestas, sino también transmitir el valor de que las juventudes tengan voz en las decisiones locales. Eso implica ser capaces de representar intereses reales, hablar con legitimidad desde sus experiencias y construir confianza con otros y otras jóvenes.

Esto puede parece retador, pero precisamente aquí hay unas consideraciones que te ayudarán a ir definiendo correctamente tu agenda política.

El valor de la identidad en política

En la actualidad, la identidad se ha convertido en uno de los elementos más importantes de las campañas políticas. A lo largo de la historia electoral, ha quedado claro que las personas no votan necesariamente por quien resuelve problemas, sino por quien les resulta cercano, quien les genera confianza o con quien sienten afinidad. 

Esto explica por qué muchos votantes eligen personas con las que no comparten todas sus opiniones, o incluso a quienes antes no conocían bien. Lo que buscan, por encima de todo, es sentirse parte de algo.

En este sentido, el primer paso para diseñar una campaña efectiva es entender quién eres como candidatx y qué representas. Esto significa tomarse un momento para pensar: ¿de dónde vengo?, ¿qué cosas me importan?, ¿qué he vivido que me hace ver el mundo como lo veo hoy?

Para construir esta identidad, que será fundamental en el desarrollo de la marca personal, tu interacción con otros actores y las expectativas que se crean en el electorado hay que trabajar tres pilares:

 

  • El primero es lo que desde la psicología se llama arquetipo:,

Se refiere a patrones universales de personalidad con los que las personas se identifican fácilmente. Identificar tu arquetipo te ayuda a definir una imagen coherente y sólida, que será la base de toda la agenda y comunicación política.

Para hacer esta tarea se han desarrollado varias herramientas, desde los tradicionales 12 arquetipos de personalidad de Carl Jung o el modelo OCEAN que se ha utilizado en diferentes entornos profesionales, o la plataforma 16 personalidades que ha tenido mucha difusión en redes sociales. 

Una vez identificado este perfil, la campaña puede orientarse hacia las habilidades que pueden ser reconocidas fácilmente por el electorado juvenil.

 

  • El segundo aspecto se refiere en identificar los temas sobre los que se puede hablar con propiedad:

Estos pueden derivarse de tu experiencia personal, tu vida académica, tu participación en comunidades o causas sociales.

Es fundamental construir una lista de temas en los que puedas percibirte como una persona creíble y conocedora, lo que será la base de los contenidos de la campaña.

El tema es el escenario de discusión no el mensaje. Eso se trabaja más adelante con comunicaciones, por ahora, estamos definiendo la agenda.

  • Por último, y muy importante, se deben destacar los valores que orientan tu acción política:

Construir una estructura de valores permite conectar más fácilmente con las personas, y da la flexibilidad para navegar en diferentes temas. No te van a medir por tu posición puntual sobre un tema, sino cómo se acomoda con sus expectativas. La coherencia es el valor más importante.

 

Por ejemplo, si una persona se define por la defensa de la equidad, la transparencia, la seguridad o la libertad, esos valores deben estar presentes en su discurso y reflejarse en sus propuestas. Los valores son una brújula que guía la campaña y ayudan a establecer un tono coherente.

 

Conocer a mis votantes

Como ya lo mencionamos, una campaña para Consejos de Juventud se debe enfocar en hablarle a la juventud, pero no de la misma manera, ni mucho menos esperar que todxs pueden ser persuadidos. El primer cálculo es identificar quienes son las personas a quienes quiero llegar, lo que, por supuesto, tiene que estar directamente relacionado con tus expectativas electorales ¿Cuántas personas quiero que me voten?.

Para ello, es necesario dividir a la juventud que vota (de ahora en adelante le llamaremos a eso “segmentar”) para saber a quién dirigir el mensaje y cómo hacerlo. Esos segmentos que se construyan deben sentir que la campaña les habla a ellos directamente; ahí está la clave. Adicionalmente, un buen trabajo de segmentación facilita el trabajo de gestionar canales de comunicación para llegar a las personas, dado que se facilita la identificación de medios (redes sociales, por ejemplo) por los ucáles se informan estos grupos.

Existen tres formas de segmentar:

  1. Segmentación sociodemográfica: divide a las personas por variables como edad, género, nivel educativo o estrato socioeconómico. Pero ojo, esta ya está hecha en tu caso porque si o si debes segmentar a la población joven. No toda la juventud piensa igual, ni tienen las mismas prioridades. Por eso, aquí tienes un punto de partida, pero esta división no es suficiente por sí sola.  En otras palabras, si enfoco mi campaña sólo hacia jóvenes de un territorio, es muy difícil encontrar una postura o un tema que tenga el mismo efecto en todo ese segmento.

  2. Segmentación psicológica: busca construir divisiones con base en las opiniones, intereses y reacciones de las personas ante ciertos temas. Por ejemplo, agrupar a jóvenes que apoyan una reforma educativa, o a jóvenes que se interesan por el medio ambiente. Esta segmentación permite establecer conexiones más profundas entre tus mensajes como candidatura y las preocupaciones de la juventud.
    Esto implica que los grupos deben construirse pensando en la estrategia de campaña, ya que serán tus temas, valores y experiencias los que servirán como punto de partida para entender cómo reaccionan las personas frente a su mensaje.
  3. Segmentación comportamental: considera los hábitos y comportamientos de las personas. Por ejemplo, cómo se movilizan (transporte público, bicicleta, carro particular), cómo consumen información (redes sociales, radio) o dónde viven. La segmentación geográfica es una forma común de segmentación comportamental en campañas políticas, ya que permite identificar los territorios donde tendrás más probabilidades de éxito, con base en los resultados de otras elecciones.

Un recurso útil es combinar estas formas de segmentación para diseñar estrategias más efectivas. Un mensaje dirigido a jóvenes ambientalistas que viven en barrios populares será distinto al mensaje para jóvenes interesados en la seguridad ciudadana. Segmentos a este nivel de detalle permite hacer cálculos mucho más detallados sobre con cuántos votos están al alcance y crear tácticas de acercamiento.

Leer el entorno juvenil

Antes de tomar decisiones sobre tu campaña, es clave conocer mejor el entorno juvenil del municipio o territorio. A diferencia de otras elecciones, en las del CMJ no hay tantos datos de votaciones anteriores que puedas usar como referencia, ya que muchos jóvenes apenas están llegando a la edad de votar o lo harán por primera vez.

Por eso, el análisis del contexto debe centrarse en otras preguntas:

  • ¿Dónde se encuentran los jóvenes de tu territorio?

  • ¿Qué colectivos, procesos organizativos, grupos estudiantiles, culturales o deportivos existen?

  • ¿Qué temas les movilizan? ¿Han participado en marchas, encuentros, asambleas, cabildos?

  • ¿Qué líderes o lideresas jóvenes son referentes en sus barrios, veredas o comunidades?

Este tipo de información te ayuda a ubicar mejor los sectores juveniles con los que podrías conectar más fácilmente y a pensar por dónde iniciar tu estrategia de acercamiento. No se trata de un análisis profundo o técnico, sino de abrir los ojos y los oídos para entender cómo se mueve la juventud en tu municipio.

 

Construcción de comunidad en redes: territorios digitales juveniles

En las elecciones a Consejos de Juventud, la estrategia digital no es solo un canal de comunicación, sino un espacio de movilización y construcción colectiva. Interactúan, se informan y toman decisiones en plataformas donde pasan gran parte de su tiempo. Para conectar con ellos podemos dar unos ejemplos de cómo usar cada red, pero ten en cuenta tu propio análisis de cuáles redes se usan más en tu territorio. Prioriza redes usadas por jóvenes en tu territorio: si en tu municipio usan más Facebook que Twitter, adapta tu estrategia:

Redes y formatos:

  • Instagram y TikTok: Usar formatos visuales y dinámicos (Reels, Stories, videos cortos) para explicar el rol del CMJ, mostrar tu trayectoria y promover debates.
  • Twitter/X: Ideal para hilos educativos (ej.: «¿Cómo funciona el CMJ?») y participación en tendencias locales.
  • WhatsApp y Telegram: Grupos comunitarios para discutir problemas juveniles y coordinar acciones concretas (ej.: encuentros presenciales).

Claves para generar comunidad:

Contenido útil: Más que promocionarte, ofrece valor. Ejemplos:

  • Guías prácticas («¿Cómo presentar proyectos al CMJ?»).
  • Live sessions con líderes estudiantiles o colectivos juveniles.
  • Interacción constante: Responde mensajes, usa encuestas y retos virales (ej.: «¿Qué cambiarías en tu colegio/barrio?»).
  • Alianzas con influencers locales: Colabora con creadores de contenido jóvenes que hablen de educación, cultura o activismos.

Conclusión 

Una campaña electoral exitosa no se basa únicamente en promesas, sino en la capacidad de representar verdaderamente a las personas. Esto se logra uniendo tres elementos esenciales:

  1. Conocerte como candidatura: entender tu arquetipo, tus temas y tus valores.

  2. Seguir una estrategia de segmentación: priorizar variables psicológicas y comportamentales, y empezar por lo geográfico.

Un pequeño ejemplo articulando los 3 puntos anteriores, si tu arquetipo es el «líder innovador», podrías lanzar un TikTok mostrando cómo usar herramientas digitales para participar en el CMJ, con un llamado a la acción claro: «Comenta qué problema juvenil debemos priorizar».

En resumen, representar no es solo aparecer en una lista. Es lograr que las personas sientan que tú hablas por ellas, con coherencia y compromiso. Se trata de que la política vuelva a ser un espacio donde todas las voces cuenten.

 

Introducción

Las juventudes han sido históricamente protagonistas del cambio social, pero muchas veces se les ha relegado a espacios simbólicos dentro de la política institucional. En un escenario de desconfianza hacia las instituciones políticas, las nuevas generaciones buscan formas más horizontales, creativas y significativas de participar.

Construir agendas programáticas desde y con jóvenes implica reconocer sus lenguajes, sus demandas, sus tiempos y sus formas de organización. No se trata solo de consultarles, sino de co-crear con ellas/os/es. Este texto presenta cinco momentos clave para lograr una participación joven auténtica, con estrategias prácticas adaptables a contextos urbanos y rurales.

Este contenido está dirigido a liderazgos juveniles que sueñan con una campaña, una candidatura o una intervención en lo público, y quieren hacerlo con la gente.

Exposición del tema

La participación no es un evento aislado, sino un proceso que da forma a agendas vivas, conectadas con realidades diversas. Especialmente para las personas jóvenes, una buena experiencia de participación puede abrir caminos de liderazgo; una mala puede reforzar el desencanto. Estos son los cinco momentos que pueden ayudarte a construir una ruta participativa sólida:

Convocatoria

El primer paso es motivar y activar. Para juventudes, la convocatoria debe ser creativa, clara y cercana. En ciudades, se pueden usar redes como Instagram, TikTok o WhatsApp, aliándose con creadores/as de contenido e influencers, colectivos barriales o universidades. En zonas rurales, el voz a voz, las emisoras comunitarias, los grupos de jóvenes organizados o incluso stickers en lugares estratégicos (tiendas, plazas, colegios) son clave.

Planeación

Aquí defines cómo será el espacio participativo. ¿Un taller? ¿Un conversatorio virtual? ¿Un espacio de diálogo cultural? La clave es pensar formatos flexibles, que no choquen con los tiempos de estudio, trabajo o cuidado de las demás personas. Procura planear con ellxs (colectivos, redes juveniles), esto genera más sentido de apropiación.

Ejecución

El momento de encontrarse, escuchar y construir. Las sesiones deben ser seguras, inclusivas y con dinámicas que permitan expresarse libremente. Un error común es convertir estos espacios en conferencias eternas: ¡rompe con eso! Diseña dinámicas breves, tiempos cortos de intervención, y, si puedes, mezcla arte, juego y política.

Sistematización

¿Y todo lo que se dijo, cómo se recoge? Para que no se pierda el insumo, usa formatos que permitan registrar sin burocratizar. En zonas urbanas, herramientas para análisis textual pueden ser útiles. En territorios con menos acceso digital, puedes usar actas gráficas, grabaciones de voz, o fotos de carteleras construidas colectivamente.

Rendición de Cuentas

Aquí muchas experiencias fallan. Si las personas jóvenes sienten que solo fueron “consultados/as”, se pierde la magia. Es clave contar qué se decidió, cómo se usaron sus aportes y qué sigue. Puedes hacer videos cortos, hilos en Twitter/X, stickers, podcast, murales o infografías para cerrar el ciclo con creatividad.

Propuesta metodológica:

Tabla comparativa de metodologías y herramientas según el momento de la participación ciudadana, que los liderazgos puedan usar para construir su paso a paso para un escenario de co-construcción de agendas. Esta metodología no solo es útil para la construcción de agendas, sino también para evaluar y mejorar procesos participativos ya existentes. 

Momento de la participación

Metodología o Herramienta a usar

Adaptación urbana

Adaptación rural

Convocatoria

  

Planeación

  

Ejecución

  

Sistematización

  

Rendición de Cuentas

  

Recomendaciones / Tips:

  • Nada para nosotros/as sin nosotros/as: No basta con invitar jóvenes, deben ser parte del diseño y la ejecución de los procesos.
  • Lenguaje que conecta: No uses tecnicismos, esos hay que reservarlos para los espacios internos de trabajo donde es necesaria la rigurosidad para utilizar los insumos.
  • Cuida los tiempos y energías: La participación joven, y en general la participación, necesita espacio para la vida. Hazlo fácil, ágil y divertido.
  • Evalúa y mejora: Pregunta siempre: ¿cómo se sintieron?, ¿volverían? La retroalimentación es parte del proceso.

Conclusiones:

Participar no es llenar un formulario o asistir a un foro. Para las juventudes, es una forma de tomar la palabra, de hacerse visibles, de construir otra forma de hacer política. Este proceso no puede improvisarse: debe ser intencionado, transparente y adaptado a sus realidades.

Cuando un proceso participativo es bien hecho, las y los jóvenes no solo aportan ideas, sino que se apropian del proyecto político. La agenda que se construye así tiene más posibilidades de sostenerse, de conectar y de transformar.

Santiago Velasco Gordillo, Coordinador territorial Nodo Centro.

Introducción

La construcción de agendas políticas sin la participación activa de la ciudadanía suele derivar en propuestas desconectadas de las necesidades reales de la población. Sin embargo, incluir a la comunidad no garantiza automáticamente éxito: el cómo se hace marca la diferencia entre una agenda realmente inclusiva, legitimada y acompañada, y una simple consulta simbólica.

Este contenido presenta casos concretos de buenas y malas prácticas en procesos participativos, analizando qué los hizo funcionar (o fracasar). Está dirigido a ustedes como liderazgos que buscan evitar errores comunes y adoptar metodologías efectivas para construir agendas con incidencia real.

Exposición del tema: Teoría 

Propuesta metodológica (en términos generales, no es necesario entrar en detalle):

10 Buenas Prácticas

  1. Claridad en la convocatoria: Diseñar mensajes precisos y segmentados para evitar confusión o asistencia no deseada.
  2. Inclusión de actores diversos: Garantizar la participación de distintas comunidades según la temática abordada. También, incluir diversos sectores entre sociedad civil, academia, sector público, etc.
  3. Uso de metodologías interactivas: Implementar talleres prácticos o dinámicas ágiles para mantener el interés de lxs participantes. Puede significar una inversión de tiempo, energía y dinero más grande, pero hay alianzas con organizaciones que pueden ayudar a abaratar costos.
  4. Nivelación de asimetrías: Según el nivel de incidencia que tenga el espacio, es importante preocuparse por que la gran mayoría de participantes estén informadas/os con anterioridad para que el espacio sea más provechoso.
  5. Moderación interna: Es importante que los roles que facilitarán la realización de espacios de participación sean realizados por miembros internos de tu equipo o de algún aliado y no por la ciudadanía que participa. 
  6. Sistematización creativa: Usar formatos accesibles para documentar los aportes. No siempre debe ser una relatoría, para mejorar la apropiación del espacio en lxs participantes se puede contar con relatorías gráficas.
  7. Vinculación temprana de tomadores de decisión: Involucrar a instituciones desde el diseño del proceso para asegurar incidencia real.
  8. Devolución transparente: Explicar cómo se usaron los aportes ciudadanos y por qué algunos no se incluyeron.
  9. Adaptación a contextos urbanos/rurales: Usar radios comunitarias, SMS o líderes locales en zonas con baja conectividad.
  10. Mecanismos de seguimiento: Crear canales para que la ciudadanía monitoree el cumplimiento de compromisos.

10 Malas Prácticas 

  1. Convocatorias ambiguas: Mensajes confusos que atraen a personas no objetivo, generando desorden. Es importante aclarar los detalles del espacio de participación desde la convocatoria, de esa manera llegan personas más dispuestas a trabajar y se logran resultados más rápidamente.
  2. Exclusión de grupos clave: Según el tema, es importante incluir poblaciones que tienen mucho que aportar pero que por falta de garantías usualmente no están en estos espacios de participación, como: poblaciones rurales, personas con discapacidad o comunidades étnicas.
  3. Participación meramente simbólica: Consultas sin poder real de decisión o sin impacto en políticas públicas. Se tiende a considerar como participación al espacio donde las personas se sientan a escuchar una fila interminable de invitados por el atril. 
  4. Uso exclusivo de herramientas digitales en zonas rurales: Depender solo de plataformas en línea donde no hay acceso a internet es un error que aunque parece obvio, por el trajín de planificar un espacio suele pasarse por alto.
  5. Moderación deficiente: Permitir que unos pocos monopolicen la palabra o no sinteticen debates. Siempre asisten personas sumamente expertas en distintos temas que van a acaparar la atención, debemos tener en cuenta que tanto está expertís como el conocimiento ciudadano son importantes así que hay que equilibrar la balanza en los tiempos de intervención. 
  6. Falta de retroalimentación: No informar a los participantes sobre los resultados de sus aportes. Las personas adoran participar, pero no sentirse utilizados así que hay que reducir al mínimo ese riesgo dándole importancia a la rendición de cuentas posterior a los espacios de implementación.
  7. Documentos técnicos inaccesibles: Usar lenguaje complejo sin adaptarlo a la ciudadanía. Si bien son efectivos para el trabajo post-espacio de participación, es importante traducir el lenguaje técnico para la ciudadanía.
  8. Falta de garantías para la participación: Organizar espacios muy demandantes de tiempo y energía, sin considerar la disponibilidad de las comunidades, sus transportes, alimentación, hospedaje si es necesario, etc.
  9. Sistematización burocrática: Cuando se trata de trabajar la información recolectada internamente en el equipo de trabajo, está bien limitarse a informes técnicos para tal fin. Ahora bien, si esta sistematización va a presentarse a la ciudadanía, ¡evitemos proyectar una tabla de excel! Hay que usar formatos creativos y accesibles.
  10. Falta de planes alternativos: No prever soluciones para fallas tecnológicas, baja asistencia o cambios de sede. No se puede controlar todo y casi siempre sucederán cosas en el camino que nos obligarán a cambiar los planes. Así que siempre hay que procurar tener un plan b por si llueve, por si hay retrasos en invitados o asistentes, o por si hay que incluso cambiar la fecha del espacio.

Conclusiones:

Construir agendas políticas de manera participativa no es un lujo democrático, sino una necesidad para generar confianza y efectividad. Las malas prácticas suelen ser resultado de la prisa, la falta de planeación o el temor a ceder poder de decisión. Por el contrario, los procesos exitosos requieren inversión de tiempo, recursos y —sobre todo— voluntad política.

El reto para nuevos liderazgos está en aprender de estos ejemplos y comprometerse con una participación que vaya más allá del discurso. Como muestra la experiencia, cuando la ciudadanía se siente escuchada, no solo legitima las agendas, sino que se convierte en aliada para su implementación y un apoyo para el trámite de proyectos.

Santiago Velasco Gordillo. Coordinador Territorial Nodo Centro

Liderar desde lo colectivo significa entender que la política no se hace en solitario. En los Consejos de Juventud, por más clara que tengas tu agenda o tus causas, vas a necesitar construir con otros. Y no solo con quienes te caen bien o piensan como tú. Vas a tener que hablar, debatir y negociar con personas distintas, con posturas políticas, prioridades y formas de ver el mundo que pueden ser muy diferentes a las tuyas.

¿Eso es malo? Para nada. Eso es la política real.

Muchas veces imaginamos que ser joven en un espacio político es llegar a decir lo que uno piensa con fuerza, con pasión, con firmeza. Pero pronto te das cuenta de que eso no basta. Que si quieres que tu propuesta se vuelva realidad, vas a necesitar sumar votos, convencer a otros consejeros, o incluso sentarte con funcionarios de una alcaldía o una secretaría con la que no estás de acuerdo.

Y eso implica dos cosas: escuchar y negociar.

Escuchar no es quedarte callado mientras el otro habla. Es entender desde dónde habla. Es preguntarte: “¿Qué hay detrás de su argumento? ¿Qué está defendiendo? ¿Cómo podemos encontrar un punto medio?” Y negociar no es traicionar tus ideas. Es buscar caminos compartidos, alianzas posibles, soluciones concretas que mejoren las cosas para más personas, no solo para tu grupo.

La política en estos espacios juveniles no siempre será ideal. A veces te vas a encontrar con egos, con burocracia, con gente que te subestima por ser joven. Pero en vez de frustrarte, puedes tomarlo como una oportunidad: ¿cómo juego en ese tablero sin perder mi esencia?, ¿cómo uso mis valores y mi voz para abrir espacios que antes no existían?

Ahí es donde se pone a prueba tu liderazgo. No en el discurso bonito, sino en la capacidad de sumar sin borrarte, de dialogar sin rendirte, de construir sin imponer.

 

Liderar entre jóvenes no es imponer, es proponer.


Y para que tus ideas conecten, primero necesitas conexión humana. Esa confianza no se construye con discursos bonitos, sino con actos pequeños y consistentes: una buena escucha, una conversación sincera, una mirada sin juicio, una pregunta hecha con respeto.

El liderazgo que transforma nace de redes reales, de amistades fuertes y de alianzas inesperadas. A veces pensamos que liderar es destacar, cuando en realidad liderar es sostener: conversaciones difíciles, equipos diversos, momentos de tensión.

Este módulo es una invitación a que te detengas un momento y te preguntes:

  • ¿Confío en quienes me rodean?
  • ¿Confían en mí?
  • ¿Cuánto escucho de verdad a mis parceros, a mi grupo, a la gente de mi territorio?

No necesitas ser la persona más popular ni la que más habla. Necesitas ser quien escucha distinto, quien valora la diferencia y quien sabe crear puentes donde antes había distancia.

Aquí empieza un viaje: escuchar, confiar, conectar. Lo demás —la acción, la movilización, el cambio— vendrá con fuerza si las raíces están bien sembradas.

Santiago Velasco Gordillo. Coordinador Territorial Nodo Centro

¿Por qué empezar por la confianza?

Liderar no es solo tener ideas o querer cambiar las cosas. Liderar es construir relaciones reales, de esas que nos permiten trabajar en equipo, entendernos incluso si pensamos distinto, y apoyarnos cuando vienen los retos.

Y para lograr eso, hay una habilidad que muchas veces ignoramos: escuchar de verdad. Escuchar no solo con los oídos, sino con la mente abierta, el corazón dispuesto y la intención de crear algo nuevo juntxs.

 Los 4 niveles de escucha

(Sí, hay niveles… y no todos son iguales)

Basado en la Teoría U de Otto Scharmer.

Nivel 1: Escucha para confirmar

Solo oyes lo que ya sabías. Tu mente está cerrada.

 «Eso ya lo sabía», «Obvio», «Sí, pero…»

¿Cómo mejorar?

  • Haz pausas antes de responder.

  • Practica el “no sé todo”.

  • Escribe después de una conversación: ¿Qué dije? ¿Qué no escuché?

Nivel 2: Escucha factual

Recoges datos nuevos. Estás dispuesto/a a cambiar de opinión.

 «No lo había pensado así», «Eso no lo sabía…»

¿Cómo mejorar?

  • Toma apuntes.

  • Haz preguntas abiertas: ¿por qué?, ¿cómo?, ¿qué opinas?

Nivel 3: Escucha empática

Te conectas con lo que la otra persona siente. Escuchas desde el corazón.

«Siento lo que estás diciendo», «Puedo imaginarme cómo fue para ti…»

¿Cómo mejorar?

  • Parafrasea: “¿Entendí bien que te sentiste…?”

  • Haz ejercicios de rol: ponerte en el lugar del otro/a.

Nivel 4: Escucha generativa

Escuchas con intención de crear algo nuevo juntxs. Surge la magia del trabajo colectivo.

 «¿Y si lo hacemos así?», «Se me acaba de ocurrir una idea…»

¿Cómo mejorar?

  • Deja espacios de silencio.

  • Visualiza escenarios futuros con otras personas.

  • Sueña en voz alta.
     

Propuesta metodológica (en términos generales, no es necesario entrar en detalle):

¿Qué haremos en esta sesión?

Esta sesión está pensada para que nos conozcamos, empecemos a construir confianza y activemos nuestra red como jóvenes líderes.

🧩 Dinámicas clave:

  • Conectarnos: Actividades para romper el hielo, reconocernos y crear un ambiente bacano.

  • Escuchar con todo el cuerpo: Ejercicios para practicar escucha empática y romper nuestros hábitos automáticos.

  • Ver desde otras gafas: Reflexionar cómo nuestras ideas políticas o creencias influyen en cómo tratamos a otras personas.

  • Crear algo juntos/as: Empezar a construir una visión colectiva desde nuestras diferencias.

Casos de estudios (Opcional):

No aplica

Reflexiones (Opcional):

No aplica

Recomendaciones / Tips:

💬 ¿Y después de la sesión qué?

Te proponemos 3 retos para seguir creciendo como líder joven:

Reto 1: Fortalece una relación

Elige 2 o 3 personas con las que quieras tener una mejor relación (en tu equipo, tu barrio, tu colegio…). Invítalas a conversar.

  • Hablen sobre su historia, sueños, gustos y miedos.

  • Cuéntales que estás en un proceso de liderazgo y quieres tener una conversación diferente. ¡Eso abre muchas puertas!

 Reto 2: Practica un nuevo nivel de escucha

Piensa en reuniones, clases, comités que tengas estas semanas.

  • ¿Cómo sueles escuchar ahí?

  • ¿Qué nivel de escucha necesita ese espacio?

  • ¿Cómo podrías prepararte para escuchar diferente?

 Luego, prueba y reflexiona: ¿qué cambió?, ¿qué aprendiste?

 Reto 3: Valora la diferencia

Piensa en personas con las que no te llevas tan bien, o con quienes hay diferencias fuertes.

  • ¿Por qué te cuesta aceptarlas?

  • ¿Qué tipo de reacción tienes frente a ellas: rechazo, tolerancia, respeto o aprecio?

  • ¿Vale la pena quedarte ahí? ¿Cómo podrías cambiar?

Conclusiones:

Para cerrar

El liderazgo colectivo no se construye de un día para otro; requiere presencia, intención y una disposición continua a aprender con y de los otros. Lo trabajado en esta sesión es solo el punto de partida para un proceso más amplio, donde cada encuentro será una oportunidad para profundizar en nuestras capacidades individuales y colectivas.

Invitamos a seguir con apertura y compromiso este proceso, cultivando relaciones que no solo nos fortalezcan como liderazgos, sino que nos inspiren a contribuir de forma significativa a los desafíos que enfrentamos en nuestros territorios y comunidades.

Puedes añadir otros apoyos como: 

Bibliografía:

No aplica

Fundación Origen: Organización sin ánimo de lucro dedicada a identificar, fortalecer y conectar líderes y posicionar la causa de liderazgo colectivo en Colombia.

Campañas Colectivas: Planificación y Estrategia en Listas Cerradas

  1. ✏️Objetivo 

  2. ✏️Introducción y justificación

  3. 📌¿Qué es la planeación y la estrategia de una campaña?

  4. 📌¿Qué es una lista cerrada y una lista cremallera?

  5. 📌¿Cómo se concibe el voto en las elecciones CMJ? 

  6. 📌Manos a la obra: ¿cómo planear y crear la estrategia de la campaña a CMJ? 

  7. 📌Retos de una campaña para lista cerrada

  8. 📌Buenas y malas prácticas de una campaña a CMJ

     

✏️Objetivo

Brindar a los y las jóvenes una explicación clara sobre el proceso electoral de los Consejos Municipales de Juventud (CMJ), enfatizando que este se desarrolla mediante listas cerradas y bajo listas cremallera. Adicionalmente, brindarles herramientas para una planificación estratégica adecuada a este modelo de elección.

✏️Introducción y Justificación

Las elecciones de los Consejos Municipales de Juventud (CMJ) representan un espacio clave para la participación política juvenil en Colombia. Sin embargo, el sistema de votación mediante listas cerradas y el modelo de cremallera plantea desafíos particulares para quienes deseen postularse y hacer campaña. A diferencia de otros procesos electorales donde los votantes eligen directamente a las y los candidatos, en este caso se vota por listas colectivas representadas por un logo, lo que exige estrategias específicas de visibilización, trabajo en equipo y movilización.

El desconocimiento sobre este mecanismo electoral puede generar confusión y limitar las posibilidades de una participación informada y efectiva. Por eso, esta sesión busca ofrecer una explicación clara y accesible sobre este modelo de elección, así como herramientas prácticas que les permitan diseñar estrategias de campaña efectivas y adaptadas a sus particularidades.

A través de ejercicios prácticos, se proporcionarán insumos clave para que los y las jóvenes comprendan la importancia del trabajo colectivo en la construcción de sus listas, así como en el diseño y la ejecución de campañas más cercanas, participativas e inclusivas, fortaleciendo así la democracia deliberativa en este espacio de decisión juvenil.

Exposición del tema

Hola, bienvenidos y bienvenidas a esta nueva sesión donde hablaremos de Campañas electorales. 

Pensemos en una escena cotidiana:

Una tarde cualquiera, alguien recibe un mensaje en su celular. Es de una persona con la que ha estado hablando hace unas semanas. El mensaje dice:
“¿Y si salimos este fin de semana?”

La emoción aparece de inmediato, también los nervios. Y entonces empiezan las preguntas:  ¿Qué me voy a poner? ¿A dónde vamos? ¿Propongo yo el lugar o dejo que me sorprenda? ¿Y si no me gusta el lugar? ¿De qué le hablo?

👉🏽 ¿Qué harían ustedes para conquistar a esa persona que les gusta en una primera cita?

Lo cierto es que mucho de lo que pensamos y hacemos para sorprender a alguien que nos interesa está relacionado con la planeación y la estrategia. Y si lo llevamos al terreno político, una campaña electoral no es muy distinta: la campaña es como decirle al electorado: quiero ser tu mejor primera cita. 💘

En esta sesión hablaremos de campañas electorales, y de cómo construirlas con intención, estrategia y coherencia. Porque así como en una cita uno quiere dejar una buena impresión, en una campaña queremos lograr conexión, confianza y, claro, ¡votos!

  • 📌¿Qué es la planeación y la estrategia en una campaña?

La planeación y la estrategia son dos pilares fundamentales de cualquier campaña electoral.

En primer lugar, la planeación electoral según Alcántara, M. (2008), consiste en organizar de manera racional los recursos disponibles (humanos, materiales y simbólicos) para alcanzar un objetivo político-electoral dentro de un plazo determinado.

Referencia: Alcántara, M. (2008). Diccionario Electoral. Instituto Interamericano de Derechos Humanos.

En segundo lugar, la Estrategia para Maarek, P.J. (2011), es la síntesis de decisiones tácticas, comunicacionales y simbólicas que permiten articular un mensaje coherente con las expectativas del electorado.» Esto quiere decir tomar decisiones inteligentes sobre cómo vas a comunicarte con la gente: qué decir, cómo decirlo, qué imagen mostrar, qué símbolos usar (colores, frases, etc.)…

👉 La clave es que todo eso tenga sentido y conecte con lo que la gente espera de alguien que quiere representarlos.

Referencia: Maarek, P. J. (2011). Marketing político y comunicación. Paidós.

Entonces, ya vimos que la planeación electoral consiste en organizar bien los recursos y tomar decisiones pensando en un objetivo político, y que la estrategia es cómo conectamos esas decisiones con lo que las personas esperan escuchar o ver en una candidatura.

Pero todo esto —la planeación y la estrategia— no se hacen porque sí, se hacen dentro de algo más grande: una campaña electoral.

Una campaña según Alcántara, M (2008), es el periodo oficialmente establecido durante el cual los partidos y candidatos presentan sus propuestas con el fin de obtener apoyo ciudadano y ganar elecciones.”

Referencia: Alcántara, M. (2008). Diccionario Electoral. Instituto Interamericano de Derechos Humanos.

Si lo piensas bien, lo que hiciste en la historia de la primera cita fue justamente eso: planeación, estrategia… y campaña.

  1. Planeaste cuando pensaste en el lugar, la ropa: organizaste tus recursos (tiempo, ideas, energía) para lograr un objetivo.

  2. Usaste estrategia cuando decidiste qué hablar ese día, cómo hacerlo, qué evitar.

  3. Buscaste conectar con esa persona de una forma coherente, pensando en lo que le gusta o espera.

  4. Y en el fondo, toda esa cita fue tu campaña: un momento en el que te mostraste, trataste de generar afinidad y buscaste que la otra persona quisiera verte de nuevo.

En política pasa igual: la planeación es cómo organizas tu campaña; la estrategia es cómo haces que tu mensaje conecte; y la campaña es el momento donde sales al mundo a mostrar quién eres, qué representas y por qué deberían confiar en ti.

Así que, si alguna vez lograste conquistar a alguien en una primera cita… También puedes conquistar al electorado en una elección 😉. Solo necesitas saber planear, tener una estrategia clara y lanzarte a hacer tu campaña con autenticidad.

  • 📌 ¿Que es una lista cerrada y una lista cremallera? 

Ya sabes cómo prepararte para conquistar en la primera cita (y en campaña 😏), pero ahora viene lo bueno: ¿qué pasa cuando no vas solo/a, sino en combo? Hablemos de las listas cerradas y cremallera, un sistema que cambia la forma en que haces campaña y te relacionas con tu equipo.

Cheibub, J.A. (2007) nos explica que en los sistemas de listas cerradas, los electores votan por partidos en lugar de candidatos individuales, y los escaños o curules, se asignan a los candidatos según el orden establecido previamente por el partido en la lista.

Referencia: Cheibub, J. A. (2007). Presidentialism, Parliamentarism, and Democracy. Cambridge University Press. 

Aquí tienes un comparativo entre Listas Abiertas y Listas cerradas para que aclares dudas sobre cómo funcionan

 

Cuadro Comparativo: Lista Cerrada vs. Lista Abierta

Característica

Lista Cerrada

Lista Abierta

Definición

El votante solo elige un partido, lista independiente o proceso-práctica organizativa. No puede alterar el orden de los candidatos.

El votante puede seleccionar directamente a un/a candidato/a de su preferencia. Lo que se conoce como Voto preferente

Control del orden de candidatos

El partido político, lista o proceso-práctica organizativa define el orden de los candidatos en la lista.

El votante influye en qué candidatos obtienen los escaños o curules.

Nivel de participación del elector

Sobre un logo o cuerpo colectivo

Sobre un individuo principalmente y logo.

Facilidad de voto

Más sencillo: solo se marca un logo

Más compleja: se debe seleccionar número y logo

Igualdad de género (potencial)

Permite aplicar fácilmente listas cremallera o paritarias entre hombres y mujeres

Más difícil garantizar paridad si no se regula por ley.

Una vez comprendido que en las listas cerradas se vota por el conjunto de personas y no por individuos, surge la necesidad de pensar cómo se organiza ese grupo internamente. Es ahí donde entra el modelo de lista cremallera, una fórmula que busca garantizar la equidad entre hombres y mujeres dentro de la lista.

Para Verge,T., y Pastor, M. (2018), el sistema de lista cremallera obliga a los partidos a ordenar a mujeres y hombres de manera alterna en sus listas electorales, como mecanismo de acción afirmativa para garantizar la igualdad de género.”

Referencia: Verge, T., & Pastor, M. (2018). Política y género: mecanismos institucionales para la paridad. Revista Española de Ciencia Política, (46), 13-38.

 

3.  📌 ¿Cómo se concibe el voto en las elecciones CMJ?

Entender cómo funcionan las listas cerradas y la lista cremallera es solo el primer paso. En las elecciones a los CMJ, no se vota por personas, sino por el logo de la lista, lo que cambia completamente la forma en que se concibe el voto. Por eso, uno de los requisitos clave que solicita Registraduría para inscribirse es presentar un Plan de Trabajo, que refleje las propuestas y compromisos de toda la lista.

¡No lo olvides!

¿Cuántos votos necesito para ganar una curul en los CMJ?

Te entendemos: lanzar una campaña suena emocionante… pero también puede ser abrumador. Una de las primeras preguntas que se hace cualquier candidato o candidata es: ¿Cuántos votos necesito? Pues bien, para tener una idea más clara del panorama, es súper útil revisar el formulario E-26 de las elecciones pasadas en tu municipio. Este documento muestra cuántas personas votaron, cuántos votos obtuvo cada lista y cuántas curules se repartieron. Así puedes hacerte una idea de la meta mínima que necesitas alcanzar para entrar con fuerza en el Consejo de Juventud.

Puedes solicitar el E26 en la página de PQR de la Registraduría

¿Y cómo se reparten esas curules? Tranquila/o, que te explicamos sin enredos:

En las elecciones de CMJ no existe umbral, o sea, no hay un número mínimo de votos para que una lista sea válida. Esto es diferente a otras elecciones donde si no llegas a cierto porcentaje, tu lista ni entra al juego. En cambio, en CMJ solo se aplica la cifra repartidora.

¿Y eso qué significa? La cifra repartidora es un sistema matemático que reparte las curules entre las listas que participaron, con base en los votos que obtuvo cada una. Es como dividir un pastel por porciones, dependiendo de cuánta gente votó por cada sabor. Cuantos más votos tenga tu lista, más opciones tienen de quedarse con una o más curules.

Aquí puedes resolver más dudas: Registraduría Nacional del Estado Civil – ¿Cómo se eligen los CMJ? 2021
👉 https://registraduria.gov.co/Consejos-Municipales-de-Juventud.html

Referencia: Artículo 47. Ley 1885 de 2018. (2018, 1 de marzo). Congreso de la República de Colombia. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=85540 

4. 📌 Manos a la obra:¿cómo planear y crear la estrategia de la campaña a CMJ?

Ahora que ya sabes cómo se gana una curul en los CMJ, es momento de pasar a la acción. 🧠 Te voy a compartir una serie de pasos clave para que planees y construyas la estrategia de tu campaña. ¡Vamos paso a paso!

 

  • Precampaña o etapa de preparación 

  1. Armar la lista cremallera
    2. Definir categoria (partido o movimiento político, práctica o proceso organizativo o independiente)
    3. Tener el nicho electoral definido
    4. Definir el Equipo de campaña

  2. Construir la estrategia: cómo vas a conectar con las personas. Para eso, debes tener claros varios elementos:

  • Las causas que defiende tu lista: ¿Qué les mueve?, ¿qué problemáticas quieren cambiar?, ¿qué les duele de su territorio?

  • Los valores que representan: ¿Qué principios les guían como grupo? ¿Justicia, equidad, diversidad, participación?

  • El mensaje que quieren transmitir: Esto es lo que sintetiza todo lo anterior. Debe ser claro, potente y fácil de recordar.

  • A quiénes representa la lista: ¿Son jóvenes rurales?, ¿jóvenes LGBTIQ+?, ¿líderes estudiantiles?, ¿deportistas?, ¿mujeres?

Todo esto debe estar conectado y alineado.

B.Inscripción y legalización de la candidatura

Aquí se hace oficial la candidatura ante la Registraduría en Colombia:

  1. Reunir requisitos legales (avales para partidos políticos, firmas para listas independientes, documentos para prácticas y procesos organizativos)

  2. Inscribirse formalmente

  3. Asegurar cumplimiento de reglas de alternancia de genero, es decir, la lista cremallera

  1. Campaña activa

Es cuando oficialmente se puede hacer proselitismo electoral.

  1. Buscar el electorado para hablar de la propuesta colectiva

  2. Difusión del mensaje en medios y redes

  3. Debates, foros y eventos públicos

  4. Actividades para movilizar el voto

  5. Enseñarle al electorado cómo votar → por un LOGO

  1. Cierre y post elección

  1. Prepara el día D (día de elecciones)

  2. Hacer seguimiento a resultados

  3. Evaluar la campaña, sin importar el resultado

5. 📌 Retos de una campaña para lista cerrada

Las campañas en listas cerradas tienen sus propios retos, y reconocerlos desde el inicio te ayudará a ti y a tu lista a prepararse mejor. Ahora vamos a ver los principales desafíos que nos retan a fortalecer con mayor energía nuestro trabajo colaborativo como equipo. 💪✨


❌ Logo fácil de identificar
❌ Capacidad de movilización de los integrantes de la lista (el trabajo no se cargue solo en unos/as de la lista)
❌ Falta de pedagogía sobre cómo votar
❌ Participación colectiva de todos y todas las integrantes de la lista y no de unos o unas cuantas

6. 📌 Buenas y malas prácticas de una campaña a CMJ 

Toda campaña deja huella, ya sea por lo que hace bien o por lo que se hace mal. En este espacio vamos a identificar, entre todas y todos, las buenas y malas prácticas que hemos visto, oído o vivido en campañas a CMJ. El objetivo es reflexionar y aprender colectivamente para hacerlo al mejor estilo de Extituto. 🚀✊

 

Puedes añadir otros apoyos como: 

Vídeos

Imágenes

Mapas mentales (Extituto diseña)

Infografías (Extituto diseña): 

Diapositivas: 

 

Bibliografía:

  • Alcántara, M. (2008). Diccionario Electoral. Instituto Interamericano de Derechos Humanos.
  • Maarek, P. J. (2011). Marketing político y comunicación. Paidós.
  • Cheibub, J. A. (2007). Presidentialism, Parliamentarism, and Democracy. Cambridge University Press. 
  • Verge, T., & Pastor, M. (2018). Política y género: mecanismos institucionales para la paridad. Revista Española de Ciencia Política, (46), 13-38.
  • Ley 1885 de 2018. (2018, 1 de marzo). Congreso de la República de Colombia. Artículo 47. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=85540 

 

Laura Sofia Sanchez Cortes, practicante de Extituto

Una vez que la candidatura ha identificado a quién quiere representar y qué puede ofrecer a la ciudadanía, llega uno de los pasos más importantes en una campaña política: construir el mensaje. Este mensaje será la base de toda la comunicación durante la campaña, sobre el cuál los potenciales votantes se conectarán emocionalmente y se motivarlas a actuar.

Construir un mensaje no es solo lanzar frases bonitas o decir lo que la gente quiere escuchar. Es un trabajo complejo que requiere análisis, claridad y método. El objetivo no es solo comunicar una idea, sino lograr que esa idea se quede en la mente de las personas y que represente lo que el candidato quiere transmitir.

Un mensaje político no es exactamente lo que el candidato dice, sino lo que el electorado entiende y recuerda. Es decir, es la idea que queda luego de escuchar a la candidatura, lo que las personas se llevan consigo. Si alguien puede responder en dos frases por qué debería votar por una candidatura, significa que ese mensaje ha sido bien construido.

Por esta razón, el mensaje no debe confundirse con los contenidos de campaña (discursos, videos, redes sociales, entrevistas, afiches, etc.) que son distintas formas de presentar esa misma idea en diferentes formatos y canales, apropiados a los segmentos que han sido priorizados.

Un mensaje efectivo tiene que ser:

  • Claro: Fácil de entender, sin palabras rebuscadas ni ideas complejas
  • Corto y conciso: Una frase que pueda repetirse sin dificultad, que sea recordada por cualquier persona de la familia.
  • Contundente y directo: Que genere atención en medio de tantos otros mensajes que las personas reciben a diario.
    Consistente: Que integrantes del equipo de campaña repitan el mismo mensaje, en diferentes formas, manteniendo siempre la misma idea central.
  • Coherente: Tiene que estar acorde a las expectativas y percepciones que el entorno tiene sobre la candidatura, la campaña y lo que está sucediendo.

Cómo construir un buen mensaje

Existen diferentes formas y herramientas para construir un mensaje y aterrizarlo en contenidos. Ninguna es mejor que la otra, incluso se pueden complementar fácilmente. El éxito está en cómo el proceso se acomoda a la naturaleza de la campaña. Vamos a profundizar en tres de esos caminos:

  • La sombrilla

Este camino es usado frecuentemente en muchos escenarios, se basa en una frase que resume todo lo que la candidatura representa. Esta idea tiene que ser tan fuerte que se pueda aterrizar con diferentes palabras e imágenes, pero termine reflejando la misma idea en el electorado, que está directamente relacionada con el por qué votar por el candidato o candidata.

Normalmente, esa idea sombrilla se complementa con tres mensajes de apoyo, que ayudan a reforzar el mensaje principal y permiten responder a diferentes temas sin perder coherencia.

¿Por qué tres ideas? Porque psicológicamente está demostrado que nuestro cerebro organiza mejor la información en grupos de tres. Estas ideas deben ser lo suficientemente amplias para adaptarse a distintos temas y situaciones.

Por ejemplo, si la idea sombrilla es “Mi candidatura sí es capaz de decir en el Consejo de Juventudes lo que nadie ha dicho para defendernos”, los tres mensajes de apoyo podrían ser:

  • Conozco los problemas de mi comunidad porque he vivido en ella toda mi vida.
  • Tengo experiencia defendiendo causas ciudadanas en contra de cualquier que nos afecte
  • Siempre he ejercido en la política cercana a la gente, que escucha y actúa.

    Si alguien pregunta por la seguridad, el empleo o el estado de las calles, cualquiera de estos temas se puede relacionar con uno de esos tres mensajes de apoyo, manteniendo la coherencia.

La matriz de mensaje: organizar para comunicar mejor

Una herramienta útil para asegurar que el mensaje se repite en todos los espacios es construir una matriz de mensaje. Esta consiste en una tabla donde se cruza el mensaje central y los tres mensajes de apoyo con distintos argumentos y datos que los respaldan. Así, se puede responder con información clara y coherente en cualquier conversación o medio. Por ejemplo:

 

Mensaje de apoyo

Argumentos y datos

Conozco los problemas de mi comunidad porque he vivido en ella toda mi vida.

He vivido 20 años en el barrio, participé en la JAC

Tengo experiencia defendiendo causas ciudadanas en contra de cualquier que nos afecte

Fui vocero del comité de salud, lideré campañas

Siempre he ejercido en la política cercana a la gente, que escucha y actúa.

Atiendo personalmente a las personas en reuniones

Esta tabla puede usarse para preparar discursos, entrevistas, publicaciones en redes o conversaciones cara a cara. Así se evita improvisar y se asegura que todo lo que se dice refuerza la misma idea principal.

Adaptar el mensaje a diferentes audiencias

Otro uso importante de la matriz de mensaje es adaptar el lenguaje y los términos según el público. Aunque el mensaje debe ser el mismo, no se dice igual a jóvenes en colegios o en universidades. A través de esta herramienta, se puede escribir el mensaje con los términos, conceptos y tono que mejor se ajusten a cada audiencia.

Por ejemplo, si el mensaje principal es “Recuperemos el orgullo por nuestra ciudad”, se puede adaptar así:

  • Para jóvenes universitarios: De las aulas a las calles: recuperemos el orgullo por la ciudad que habitamos”
  • Para jóvenes en colegios: Que tu voz transforme la ciudad. ¡Es tiempo de hacernos sentir!” 

Y se hace lo mismo con los mensajes de apoyo.

Esto permite conservar el mismo mensaje, pero expresarlo de forma que cada público lo entienda y lo sienta como propio.

  • El poder de contar historias: el storytelling
    Hoy en día, muchas campañas políticas están adoptando este camino, que se basa en una premisa sencilla pero poderosa: las personas no recuerdan datos sueltos, sino historias. Nuestro cerebro organiza la información como si fuera una historia con personajes, conflictos, desafíos y soluciones. Por eso, construir una narrativa clara alrededor del mensaje central puede ser muy efectivo.

    La idea no es solo presentar historias, sino presentar una gran historia, que sea fácil de recordar para los votantes, por eso es indispensable que la construcción de ella se haga con base en métodos probados y que sean reconocidos por tus audiencias.

    Por eso, no se trata solo de hacer videos emotivos, sino de pensar en cada acción de la campaña como un capítulo más de una gran historia: ¿de dónde viene la candidatura?, ¿qué obstáculos ha superado?, ¿qué le motiva a lanzarse?, ¿qué sueña para su comunidad?

    Una herramienta muy útil para esto es el viaje del héroe, una estructura narrativa clásica que ha sido usada en libros, películas y campañas políticas. No todas las candidaturas tienen que ser el héroe de la historia. Algunos pueden ser el mentor, el aliado o el guía. Lo importante es que haya una historia clara que permita a las personas entender cómo ese candidatura encaja en la historia de su comunidad y de su país.

 

  • Vender una idea de forma ágil y efectiva: el Pitch
    Esta herramienta consiste en una presentación muy corta, como la que cualquiera podría dar durante un viaje en ascensor. La idea es poder explicar quién eres, qué propones y por qué deberían apoyarte, en el tiempo que dura una conversación breve. Es un ejercicio útil porque obliga a sintetizar la información en pocos segundos, de forma clara y convincente.

    Esta herramienta se utiliza principalmente en el mundo corporativo, donde se usa frecuentemente. En internet es fácil conseguir modelos de creación de esta herramienta.

    La gran debilidad de los pitch en una campaña es que es bastante restringido, ya que solo da una línea general, pero no brinda las condiciones para profundizar en diferentes escenarios de campaña. Por eso sirve como un gran complemento para los otros dos.

Para finalizar: algunos aspectos claves

  • El foco en el votante, no en la candidatura
    Recordemos que lo que importa no es lo que se dice, sino lo que las personas escuchan y recuerdan. Por eso, hablar siempre de lo mismo, de la misma forma, con claridad y emoción, puede marcar la diferencia entre una campaña dispersa y una campaña que realmente conecta con la gente.
  • Construir comunidad y conversación
    Una campaña efectiva se basa en la conversación. No se trata solo de hablar, sino de escuchar y generar comunidad. Las reuniones pequeñas, los recorridos en los barrios y la interacción en redes sociales son espacios valiosos para conocer mejor a las personas, entender sus expectativas y ajustar el mensaje. Preguntar, escuchar y observar son acciones fundamentales para fortalecer la conexión con el electorado.
  • Coherencia en todos los contenidos
    Una vez que se ha definido el mensaje, es importante que todas las personas del equipo de campaña lo utilicen como base para construir sus contenidos. Desde quienes redactan boletines de prensa, hasta quienes hacen videos, diseñan imágenes o preparan discursos, todos deben tener claro el mensaje y repetirlo en sus respectivos espacios. Esto garantiza que en la campaña todas las acciones apunten al mismo objetivo, y que cada vez que el candidato tenga una oportunidad de comunicarse, esté reforzando la misma idea.

Laura Sofia Sanchez Cortes, practicante de Extituto

Movilización de campañas juveniles desde el trabajo en equipo.

Introducción

La participación juvenil es un componente esencial para fortalecer la democracia, la inclusión y la construcción de paz en Colombia. Los Consejos Municipales de Juventud (CMJ) representan un mecanismo de representación y vocería para que los y las jóvenes incidan en las decisiones públicas que afectan sus territorios. Sin embargo, persisten desafíos relacionados con la desinformación, la apatía política y la falta de herramientas de participación adecuadas a sus realidades.

En este contexto, se propone una sesión que busca movilizar su interés y capacidad de acción frente a los CMJ. Esta sesión se fundamenta en estrategias digitales innovadoras, herramientas participativas y enfoques inclusivos que permitan a las y los jóvenes comprender la importancia de los CMJ, fortalecer sus habilidades comunicativas y diseñar sus propias campañas de participación juvenil desde un enfoque creativo y colaborativo.

Con ello, se pretende contribuir a la generación de liderazgos juveniles informados y comprometidos con el desarrollo de sus comunidades.

Exposición del tema

Vamos a hablar claro: participar no es solo ir a votar o quejarse en redes sociales. Es también levantar la mano, proponer ideas y hacer parte de los espacios donde se toman decisiones. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que a través de los Consejos Municipales de Juventud (CMJ)?

Muchos de quienes hoy son líderes en sus territorios empezaron sin saber bien de qué se trataban estos Consejos. Algunos llegaron por invitación de un profe, otros porque vieron una publicación en redes y se animaron, y no faltarían quienes se metieron de relleno. Lo importante es que dieron el paso. Y aunque al principio parecía complicado, pronto se dieron cuenta de que podían proponer proyectos, exigir cumplimiento de derechos y poner a sonar la voz de la juventud en sus comunidades.

Esta sesión no es una charla más. Es una oportunidad para descubrir cómo puedes usar tus talentos y tu creatividad para construir tu propia campaña, hacer que más jóvenes participen, y sobre todo, dejar huella. Aquí no se trata de repetir discursos políticos, sino de transformar tu pasión en acción.

En los CMJ vas a tener una plataforma para:

  • Impulsar proyectos que respondan a lo que vive tu barrio, vereda o comunidad.
  • Hacer control social y veeduría a las decisiones de tu territorio.
  • Promover el arte, el deporte, el medio ambiente, la cultura y todo lo que nos mueve como jóvenes.

¿Y cómo empieza todo? Diseñando una campaña que conecte con otros y otras jóvenes. Una campaña que hable su idioma, que use sus redes, que se vea en sus celulares y se sienta en sus calles.

Propuesta metodológica

La propuesta metodológica presentada combina herramientas digitales, trabajo colaborativo y actividades creativas como simulaciones y lluvias de ideas. Su enfoque es práctico y ágil, con el objetivo de motivar a los y las jóvenes a diseñar campañas efectivas y cercanas para promover su participación en los Consejos Municipales de Juventud.

Recomendaciones / Tips:

  1. Conecta con lo que te apasiona: Elige un tema o causa que realmente te importe (medio ambiente, arte, educación, cultura, derechos humanos, etc.). Eso le da sentido a tu campaña y mantiene tu motivación.
  2. Conoce tu territorio y a tu gente: Escucha a otras y otros jóvenes de tu comunidad. ¿Qué les duele? ¿Qué sueñan? ¿Qué les gustaría cambiar? Esa será la base de tu mensaje.
  3. Habla claro y sin enredos: Usa un lenguaje que conecte con tu público: fresco, auténtico, directo. Evita tecnicismos o discursos demasiado políticos. ¡Sé tú!
  4. Dale poder a lo visual y lo digital: Diseña contenido atractivo: imágenes, vídeos, stickers, reels. Las redes sociales son tu mejor herramienta si sabes usarlas con creatividad.
  5. Trabaja en equipo, no en solitario: Arma tu parche o colectivo con personas que compartan tu visión. No tienes que hacerlo todo solo/a: distribuir tareas hace la diferencia.
  6. Sé coherente y real: La mejor campaña es la que refleja quién eres y cómo vives. No se trata de vender humo, sino de inspirar con tu historia y tus acciones.

Laura Sofia Sanchez Cortes, practicante de Extituto

1. ¿Cómo se reparten las curules?

Primero debemos tener claro que cada municipio o localidad tiene un número de jóvenes, con base a esa cifra se define el número total de curules de la siguiente forma:

Número de jóvenes en el municipio

Número de curules

20.000 jóvenes o menos

7 curules

Entre 20.001 y 100.000 jóvenes

13 curules

100.001 jóvenes o más

17 curules

En la siguiente tabla se muestra la distribución de curules según los porcentajes asignados a cada tipo de lista y la cantidad de curules disponibles

En cada municipio se define cuántas curules hay para el Consejo de Juventud, según el número de jóvenes registrados.
Esas curules se dividen así:

  • 🟦 30% para listas de partidos políticos juveniles.

  • 🟩 30% para organizaciones juveniles.

  • 🟨 40% para listas independientes.

👉 Cada tipo de lista compite dentro de su grupo, no contra los otros. Eso quiere decir que desde el inicio se arman “grupos” para cada lista y no entre ellas, esto es muy importante para entender que no se deben comparar entre tipos de curules.

 

Total de curules

Listas independientes 40%

Procesos y prácticas organizativas 30%

Partidos políticos 30%

7 curules

2,8 que se redondea en 3 curules

2,1 que se redondea en 2 curules

2,1 que se redondea en 2 curules

13 curules

5,2 que se redondea en 5 curules

3,9 que se redondea en 4 curules

3,9 que se redondea en 4 curules

17 curules

6,8 que se redondea en 7 curules

5,1 que se redondea en 5 curules

5,1 que se redondea en 5 curules

Si una categoría no presenta listas (por ejemplo, no hay listas de partidos), esas curules se reparten entre las listas que sí participaron.

Fuente: Artículo 8 de la Ley 1885 del 2018 que modificó el Artículo 47 de la Ley 1662 del 2013. Definición del número de curules y método de asignación de curules. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=85540

Importante:

  • La Registraduría Nacional es la encargada de definir el censo electoral juvenil por municipio, y con base en ello se asigna el número exacto de curules.

 

2. ¿Cómo se calcula cuántos votos necesito?

Se utiliza un sistema de repartición de votos con el método D’Hondt, que reparte curules proporcionalmente entre las listas más votadas, pero solo si superan el umbral mínimo.

Pasos básicos:

  1. Se cuentan los votos válidos por cada tipo de lista: partidos políticos, organizaciones juveniles e independientes.
    Aquí se incluyen los votos en blanco, pero no los votos nulos ni las tarjetas no marcadas. Puedes estimar este número usando los resultados de elecciones anteriores, pero recuerda:
    👉 Los votos válidos no son lo mismo que el total de jóvenes que viven en el municipio o están habilitados para votar.
    Solo se cuentan los que realmente votaron y cuya tarjeta fue válida.

  2. Se calcula el cociente electoral:
    Votos válidos de ese tipo de lista ÷ número de curules disponibles para ese tipo de lista según su porcentaje.

  3. Se define el umbral:
    50% del cociente electoral. El resultado del paso anterior se divide por la mitad para conocer el umbral. Y entonces, solo participan en el reparto las listas que superan ese umbral.

  4. Se aplica el método D’Hondt:

    • División de votos: Se toman los votos de cada lista que supera el umbral y se dividen sucesivamente por 1, 2, 3, etc., generando así una serie de cocientes.
    • Asignación de escaños: Se ordenan todos los cocientes resultantes de mayor a menor, y las curules se asignan a los cocientes más altos hasta completar la totalidad de escaños disponibles.

Este método es determinante para definir si una candidatura o partido obtiene o no representación, aun cuando la diferencia en votos no parezca significativa.

3. Caso práctico completo

Aquí presentamos un caso hipotético donde utilizaremos el sistema de repartición de curules para ilustrar cómo se hacen los cálculos correctos.

Tenemos un municipio con 13 curules disponibles en total

Distribución según la norma:

  • 4 curules → Partidos políticos juveniles (30%)

  • 4 curules → Procesos y prácticas organizativas (30%)

  • 5 curules → Listas independientes (40%)

Total de votos válidos: 2.000

  • Votos a partidos políticos: 400
  • Votos a procesos y prácticas organizativas: 600
  • Votos a listas independientes: 500
  • Votos en blanco: 200
  • Votos nulos: 200

🟦 A. Partidos políticos juveniles (4 curules, 400 votos)

  • Lista P1: 200 votos

  • Lista P2: 100 votos

  • Lista P3: 70 votos

  • Lista P4: 30 votos

Cociente electoral = 400 / 4 = 100
Umbral = 100 / 2 = 50 → solo participan P1, P2, P3

Ahora vamos a aplicar el sistema de repartición con el objetivo de escoger cocientes más altos según las curules que le corresponden a los partidos políticos, en este caso, 4.

Aplicando el sistema de repartición:

 

Lista

/1

/2

P1

200

100

P2

100

50

P3

70

35

   

Curules asignadas a:

  • P1 (200), P2 (100), P1 (100), P3 (70) → P1 (2 curules), P2 (1 curúl), P3 (1 curúl)

🟩 B. Procesos y prácticas organizativas (4 curules, 600 votos)

  • Lista O1: 250 votos

  • Lista O2: 200 votos

  • Lista O3: 100 votos

  • Lista O4: 50 votos

Cociente electoral = 600 / 4 = 150
Umbral = 150 / 2 = 75 → solo pasan O1, O2 y O3

Ahora vamos a aplicar el sistema de repartición con el objetivo de escoger cocientes más altos según las curules que le corresponden a los procesos y prácticas organizativas, en este caso, 4.

Aplicando el sistema de repartición:

 

Lista

/1

/2

O1

250

125

O2

200

100

O3

100

50

   

Curules asignadas a:

  • O1 (250), O2 (200), O1 (125), O3 (100) → O1 (2 curules), O2 (1 curúl), O3 (1 curúl)

🟨 C. Listas independientes (5 curules, 500 votos)

  • Lista I1: 140 votos

  • Lista I2: 125 votos

  • Lista I3: 105 votos

  • Lista I4: 75 votos

  • Lista I5: 60 votos

Cociente electoral = 500 / 5 = 100
Umbral = 100 / 2 = 50 → pasan I1, I2, I3, l4 y l5

Ahora vamos a aplicar el sistema de repartición con el objetivo de escoger cocientes más altos según las curules que le corresponden a listas independientes, en este caso, 5.

Aplicando el sistema de repartición:

 

Lista

/1

/2

l1

140

70

l2

125

62.5

l3

105

52.5

l4

75

37.5

l5

60

30

Curules asignadas a:

  • l1 (140), l2 (125), l3 (105), l4 (75), l1 (70) → l1 (2 curules), l2 (1 curúl), l3 (1 curúl), l4 (1 curúl)

Al final, las 13 curules quedaron repartidas de la siguiente manera:

 

Listas independientes

Listas Procesos y prácticas organizativas

Listas Partidos políticos

5 curules

5 curules en total:

L1 2 curules

L2 1 curúl

L3 1 curúl

L4 1 curúl

4 curules en total:

O1 2 curules

O2 1 curúl

O3 1 curúl

4 curules en total:

P1 2 curules

P2 1 curúl

P3 1 curúl

 

4. ¿Qué aprendemos con este ejemplo?

  • Tu lista necesita pasar el umbral mínimo para competir en la repartición de curules.
  • No se gana con pocos votos, aunque haya muchas listas.

Lo importante no es solo lanzar una lista, sino tener una estrategia de campaña clara en conjunto con los miembros de la lista, no te puedes ir de forma solitaria. Recuerda que son listas cerradas y por lo tanto la juventud vota por el colectivo.

1. ¿Cómo se reparten las curules?

Primero debemos tener claro que cada municipio o localidad tiene un número de jóvenes, con base a esa cifra se define el número total de curules de la siguiente forma:

Número de jóvenes en el municipio

Número de curules

20.000 jóvenes o menos

7 curules

Entre 20.001 y 100.000 jóvenes

13 curules

100.001 jóvenes o más

17 curules

En la siguiente tabla se muestra la distribución de curules según los porcentajes asignados a cada tipo de lista y la cantidad de curules disponibles

En cada municipio se define cuántas curules hay para el Consejo de Juventud, según el número de jóvenes registrados.
Esas curules se dividen así:

  • 🟦 30% para listas de partidos políticos juveniles.

  • 🟩 30% para organizaciones juveniles.

  • 🟨 40% para listas independientes.

👉 Cada tipo de lista compite dentro de su grupo, no contra los otros. Eso quiere decir que desde el inicio se arman “grupos” para cada lista y no entre ellas, esto es muy importante para entender que no se deben comparar entre tipos de curules.

 

Total de curules

Listas independientes 40%

Procesos y prácticas organizativas 30%

Partidos políticos 30%

7 curules

2,8 que se redondea en 3 curules

2,1 que se redondea en 2 curules

2,1 que se redondea en 2 curules

13 curules

5,2 que se redondea en 5 curules

3,9 que se redondea en 4 curules

3,9 que se redondea en 4 curules

17 curules

6,8 que se redondea en 7 curules

5,1 que se redondea en 5 curules

5,1 que se redondea en 5 curules

Si una categoría no presenta listas (por ejemplo, no hay listas de partidos), esas curules se reparten entre las listas que sí participaron.

Fuente: Artículo 8 de la Ley 1885 del 2018 que modificó el Artículo 47 de la Ley 1662 del 2013. Definición del número de curules y método de asignación de curules. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=85540

Importante:

  • La Registraduría Nacional es la encargada de definir el censo electoral juvenil por municipio, y con base en ello se asigna el número exacto de curules.

 

2. ¿Cómo se calcula cuántos votos necesito?

Se utiliza un sistema de repartición de votos con el método D’Hondt, que reparte curules proporcionalmente entre las listas más votadas, pero solo si superan el umbral mínimo.

Pasos básicos:

  1. Se cuentan los votos válidos por cada tipo de lista: partidos políticos, organizaciones juveniles e independientes.
    Aquí se incluyen los votos en blanco, pero no los votos nulos ni las tarjetas no marcadas. Puedes estimar este número usando los resultados de elecciones anteriores, pero recuerda:
    👉 Los votos válidos no son lo mismo que el total de jóvenes que viven en el municipio o están habilitados para votar.
    Solo se cuentan los que realmente votaron y cuya tarjeta fue válida.

  2. Se calcula el cociente electoral:
    Votos válidos de ese tipo de lista ÷ número de curules disponibles para ese tipo de lista según su porcentaje.

  3. Se define el umbral:
    50% del cociente electoral. El resultado del paso anterior se divide por la mitad para conocer el umbral. Y entonces, solo participan en el reparto las listas que superan ese umbral.

  4. Se aplica el método D’Hondt:

    • División de votos: Se toman los votos de cada lista que supera el umbral y se dividen sucesivamente por 1, 2, 3, etc., generando así una serie de cocientes.
    • Asignación de escaños: Se ordenan todos los cocientes resultantes de mayor a menor, y las curules se asignan a los cocientes más altos hasta completar la totalidad de escaños disponibles.

Este método es determinante para definir si una candidatura o partido obtiene o no representación, aun cuando la diferencia en votos no parezca significativa.

3. Caso práctico completo

Aquí presentamos un caso hipotético donde utilizaremos el sistema de repartición de curules para ilustrar cómo se hacen los cálculos correctos.

Tenemos un municipio con 13 curules disponibles en total

Distribución según la norma:

  • 4 curules → Partidos políticos juveniles (30%)

  • 4 curules → Procesos y prácticas organizativas (30%)

  • 5 curules → Listas independientes (40%)

Total de votos válidos: 2.000

  • Votos a partidos políticos: 400
  • Votos a procesos y prácticas organizativas: 600
  • Votos a listas independientes: 500
  • Votos en blanco: 200
  • Votos nulos: 200

🟦 A. Partidos políticos juveniles (4 curules, 400 votos)

  • Lista P1: 200 votos

  • Lista P2: 100 votos

  • Lista P3: 70 votos

  • Lista P4: 30 votos

Cociente electoral = 400 / 4 = 100
Umbral = 100 / 2 = 50 → solo participan P1, P2, P3

Ahora vamos a aplicar el sistema de repartición con el objetivo de escoger cocientes más altos según las curules que le corresponden a los partidos políticos, en este caso, 4.

Aplicando el sistema de repartición:

 

Lista

/1

/2

P1

200

100

P2

100

50

P3

70

35

   

Curules asignadas a:

  • P1 (200), P2 (100), P1 (100), P3 (70) → P1 (2 curules), P2 (1 curúl), P3 (1 curúl)

🟩 B. Procesos y prácticas organizativas (4 curules, 600 votos)

  • Lista O1: 250 votos

  • Lista O2: 200 votos

  • Lista O3: 100 votos

  • Lista O4: 50 votos

Cociente electoral = 600 / 4 = 150
Umbral = 150 / 2 = 75 → solo pasan O1, O2 y O3

Ahora vamos a aplicar el sistema de repartición con el objetivo de escoger cocientes más altos según las curules que le corresponden a los procesos y prácticas organizativas, en este caso, 4.

Aplicando el sistema de repartición:

 

Lista

/1

/2

O1

250

125

O2

200

100

O3

100

50

   

Curules asignadas a:

  • O1 (250), O2 (200), O1 (125), O3 (100) → O1 (2 curules), O2 (1 curúl), O3 (1 curúl)

🟨 C. Listas independientes (5 curules, 500 votos)

  • Lista I1: 140 votos

  • Lista I2: 125 votos

  • Lista I3: 105 votos

  • Lista I4: 75 votos

  • Lista I5: 60 votos

Cociente electoral = 500 / 5 = 100
Umbral = 100 / 2 = 50 → pasan I1, I2, I3, l4 y l5

Ahora vamos a aplicar el sistema de repartición con el objetivo de escoger cocientes más altos según las curules que le corresponden a listas independientes, en este caso, 5.

Aplicando el sistema de repartición:

 

Lista

/1

/2

l1

140

70

l2

125

62.5

l3

105

52.5

l4

75

37.5

l5

60

30

Curules asignadas a:

  • l1 (140), l2 (125), l3 (105), l4 (75), l1 (70) → l1 (2 curules), l2 (1 curúl), l3 (1 curúl), l4 (1 curúl)

Al final, las 13 curules quedaron repartidas de la siguiente manera:

 

Listas independientes

Listas Procesos y prácticas organizativas

Listas Partidos políticos

5 curules

5 curules en total:

L1 2 curules

L2 1 curúl

L3 1 curúl

L4 1 curúl

4 curules en total:

O1 2 curules

O2 1 curúl

O3 1 curúl

4 curules en total:

P1 2 curules

P2 1 curúl

P3 1 curúl

 

4. ¿Qué aprendemos con este ejemplo?

  • Tu lista necesita pasar el umbral mínimo para competir en la repartición de curules.
  • No se gana con pocos votos, aunque haya muchas listas.

Lo importante no es solo lanzar una lista, sino tener una estrategia de campaña clara en conjunto con los miembros de la lista, no te puedes ir de forma solitaria. Recuerda que son listas cerradas y por lo tanto la juventud vota por el colectivo.

Santiago Velasco Gordillo, Coordinador Nodo Centro de Extituto de Política Abierta. Historiador y Politólogo.