Enfoques étnico-raciales y antirracistas en la política: hacia una acción pública situada y transformadora
En América Latina, y particularmente en países como Colombia, la política ha sido históricamente un campo marcado por profundas desigualdades estructurales. Entre estas, las relacionadas con el racismo sistémico y la exclusión histórica de las poblaciones étnicas, especialmente las comunidades afrodescendientes, son particularmente evidentes. La construcción de una democracia sólida, pluralista e incluyente exige que la política y quienes la ejercen incorporen de manera integral el enfoque étnico-racial-antirracista, de género e interseccional. Reconociendo no solo los desafíos y las brechas de desigualdad históricamente acentuadas en los pueblos negros afrodescendientes, sino también planteando alternativas de abordaje solución para el bienestar y el acceso de las poblaciones a escenarios de transformación.
Este módulo tiene como objetivo brindar herramientas conceptuales, reflexivas y metodológicas para comprender la importancia del enfoque étnico diferencial en la acción política. Así mismo, busca aportar a la construcción de una ciudadanía crítica que reconozca la necesidad de visibilizar y responder a las demandas, trayectorias y derechos de las poblaciones étnicas afrodescendientes en el ámbito político. Es un llamado a repensar lo político desde la justicia racial, la equidad y el reconocimiento de las diversidades.
¿Qué es el enfoque étnico-racial y por qué es crucial en la política?
El enfoque étnico-racial parte del reconocimiento de las identidades colectivas, los saberes propios, las trayectorias históricas de lucha y resistencia, así como de las afectaciones particulares que han vivido los pueblos afrodescendientes especialmente y otras comunidades étnicas como resultado del racismo estructural y la discriminación sistemática.
En el ámbito político, este enfoque se traduce en la necesidad de garantizar una participación efectiva, con voz propia, en espacios de toma de decisión; en el diseño de políticas públicas culturalmente pertinentes entendiendo los contextos territoriales de cada pueblo; y en la inclusión activa de liderazgos étnicos en el debate y la formulación de propuestas transformadoras.
Incorporar un enfoque antirracista y de género, en la política implica no sólo reconocer la existencia del racismo, sino actuar decididamente para desmontarlo desde la institucionalidad, la legislación, la práctica política y la vida cotidiana.
Lo político como espacio de disputa por la dignidad
Desde una mirada etnometodología, lo político no se restringe a lo electoral o institucional, sino que se construye desde múltiples escenarios: la comunidad, la palabra colectiva, los procesos de base, la resistencia simbólica. Las poblaciones afrodescendientes han hecho política desde la vida, desde el territorio, desde la ancestralidad, aunque históricamente no hayan sido reconocidas como actoras políticas legítimas.
La apuesta por un enfoque étnico y antirracista en la política es también una forma de ampliar las fronteras de lo político y disputar su sentido.
Casos de estudio que te recomendamos revisar:
- Proceso de Consulta Previa para la Ley 70 de 1993 en Colombia: un ejemplo de cómo las comunidades afrodescendientes han exigido mecanismos diferenciales de participación y protección de sus derechos colectivos.
- Movimiento de Mujeres Afro en América Latina: sus apuestas por interseccionalidad, representación política y transformación del Estado desde sus propias voces.
Recomendaciones:
- No asumir que el racismo es un problema del pasado o solo de lo social: el racismo atraviesa lo político, lo económico, lo institucional y lo cultural.
- Escuchar activamente las voces afrodescendientes y vincularlas desde el respeto y la horizontalidad, no como anexos sino como protagonistas del cambio.
- Promover agendas políticas construidas desde los territorios y necesidades reales de las comunidades étnicas.
- Incorporar el enfoque étnico-racial en todos los ciclos de la política pública: diagnóstico, formulación, implementación, seguimiento y evaluación.
- Tener en cuenta las intersecciones de raza, género, clase, orientación sexual y territorio al analizar las problemáticas sociales y diseñar soluciones.
Incluir el enfoque étnico-racial y antirracista en la política es una responsabilidad ética, social y democrática. No se trata únicamente de representación, sino de transformación: de las formas en que pensamos la justicia, el poder, el desarrollo y la ciudadanía.
La política, para ser verdaderamente pública e incluyente, debe abrir espacio a la pluralidad epistémica y cultural, reconociendo la legitimidad de las formas afrodescendientes de comprender el mundo, organizarse y liderar. Apostarle a una política con enfoque étnico diferencial es construir caminos de reparación, equidad y dignidad.
Este módulo invita a las personas participantes a mirarse críticamente, a revisar sus prácticas y discursos, y a comprometerse con una acción política que contribuya a desmantelar el racismo estructural desde el lugar que cada quien ocupa.
¿Cómo se posiciona esta agenda en espacios como el Congreso de Colombia?
Primero, haciendo visibles las demandas afrodescendientes como parte estructural del debate nacional, no como temas periféricos o sectoriales. Esto implica articular una agenda legislativa que parta de diagnósticos construidos desde los territorios y que promueva normas con enfoque diferencial étnico, pensadas desde y para las comunidades.
Segundo, fortaleciendo las capacidades de liderazgos afrodescendientes para ocupar el Congreso y otros escenarios institucionales con propuestas sólidas, ancladas en la justicia racial y la equidad. Posicionar esta agenda también requiere generar alianzas —dentro y fuera del Congreso— que permitan articular esta voz con otras luchas por la dignidad.
Y tercero, haciendo del Congreso un espacio para disputar el sentido de lo público. Que hablar de ancestralidad, reparación o racismo no sea una excepción, sino parte del debate cotidiano. Que el enfoque étnico-racial no sea un anexo técnico, sino un eje central para legislar con sentido de país.
Este contenido es una brújula. Una invitación a poner el antirracismo en el centro de lo político. No como una tendencia, sino como un compromiso real con otra forma de entender y ejercer el poder.
Referencias bibliográficas
- CEPAL (2017). Los afrodescendientes y el derecho a la igualdad en América Latina y el Caribe. Comisión Económica para América Latina y el Caribe..
- Fanon, F. (1952). Piel negra, máscaras blancas. Akal.
- González, M. (2008). De la política del reconocimiento al antirracismo político. Universidad Nacional de Colombia.
- Hooker, J. (2009). Race and the Politics of Solidarity. Oxford University Press.
- Mbembe, A. (2006). Necropolítica. Revista Politica y Cultura, (25), 123-151.
- Quijano, A. (2000). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. En La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas, CLACSO.
Autora:
Marcia Alexandra Santacruz Palacios
Es activista del Afrofeminismo antirracista. Psicóloga, Magíster en Gobierno y Administración Pública de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en Educación para la paz, del Instituto Paulo Freire de Berlín, Alemania. Especialista en Investigación Social de la Universidad del Valle. Cuenta con una amplia experiencia en el sector público. En la actualidad es presidenta de la Corporación Amigos de la UNESCO. Y es Co autora del libro “Innovación Política, y la Afrodescendencia: frustraciones e innovaciones en la democracia liberal.